Ya se barruntaba por Enkarterri. Si la noche electoral de las últimas municipales fue no apta para cardíacos, esta no se quedaría atrás. El PNV resultó la fuerza más votada tanto en Balmaseda como en Zalla, una coincidencia que no se producía desde 2007. Sin embargo, la otra vez exigua diferencia, 42 votos, en esta segunda localidad podría decantar el gobierno en favor de Zalla Bai, si el único concejal de EH Bildu decide prestar su apoyo a la plataforma vecinal. Y es que el socialista Josu Montalban, que tuvo la clave para la investidura de Juanra Urkijo, no obtuvo representación.
Todo parece indicar que el jeltzale Alfonso San Vicente se convertirá en alcalde de Balmaseda en su primera reválida en las urnas. Hace poco menos de un año reemplazó en la portavocía a Álvaro Parro, que fue alcalde durante seis años. Con tan solo 27 apoyos más que en 2019, está, cerca de la makila, ya que la Candidatura Local Independiente del regidor esta legislatura, Aitor Larrinaga, perdió 300 votos tras conseguir por primera vez desplazar al PNV. En consecuencia, se invirtieron las tornas: PNV seis concejales, CLI cinco y el concejal del PSE que, casi con toda seguridad, respaldará un gobierno jeltzale como ya sucediera en 2015. Se mantiene con un edil, a pesar los casi 200 sufragios perdidos en favor del PNV. EH Bildu, que suscribió una alianza de legislatura con la agrupación vecinal, se dejó una veintena de votos.
Zalla volvió a contener el aliento. Hace cuatro años fue prácticamente el último municipio vizcaino en notificar el final del escrutinio y este se decidió por 19 votos. Anoche, durante todo el recuento permaneció un empate a seis concejales entre el PNV y Zalla Bai, con la diferencia de votos favorable a la lista del aspirante a la reelección. Pero no se antoja suficiente para retener el gobierno zallarra, en caso de que el candidato de EH Bildu opte por ofrecer su apoyo en junio a la investidura de Unai Diago.
La campaña ya evidenció la división existente en la localidad, lo que se reflejó, además, en una elevadísima participación: del 74%. Pese a que estos cuatro años han arrancado proyectos estratégicos, como las obras del centro de especialidades sanitarias, el planteamiento de las obras ferroviarias y contra inundaciones en el núcleo de Aranguren ha suscitado opiniones encontradas.
Mayoría del PNV en Güeñes
El PNV venció en Güeñes con más holgura que hace cuatro años, hasta el punto de cosechar una mayoría absoluta para Juan Andrés Iragorri, que se estrenaba en unas elecciones, con siete concejales por los cuatro de EH Bildu, uno del PSE y uno de Elkarrekin Podemos.
Fuera del corredor del Kadagua, la plataforma ciudadana Karrantza Zabala reeditó una cómoda mayoría para el regidor Raúl Palacio. Con un único voto más, suficiente para renovar el gobierno, ya que el PNV perdió 126 votos con otro debutante en unas municipales: Sergio Fernández. Fueron los dos únicos partidos que formarán parte de la corporación, ya que el PSE y el PP se quedaron a cero.
Sin sorpresas, por otra parte, en Artzentales, Galdames, Gordexola, Turtzioz y Lanestosa, que tendrá a su primera alcaldesa en la persona de Belén Fernández. El PNV se impuso allí con cuatro concejales, sacando la delantera a la nueva agrupación vecinal Lanestosa Zurekin, con tres y sin otros partidos en el Ayuntamiento. Iosu Udaeta, Raquel Larruskain, Ángela Eguia y José Manuel Coterón presidirán los plenos bajo las siglas del PNV otros cuatro años.