La negociación de los Presupuestos vascos entra en una fase decisiva. Este viernes a las 12.00 horas expira el plazo para que los grupos presenten sus enmiendas parciales y a la totalidad del proyecto del Gobierno vasco y, por ahora, están garantizadas las del PP+C's y Elkarrekin Podemos-IU. EH Bildu, el único partido que mantiene vivo el diálogo, no despejará hasta este viernes la incógnita.

La presentación de una enmienda a la totalidad no tiene por qué suponer el fin de la negociación, porque aún quedaría margen para retirarla antes de que se votara el martes 14 de diciembre. Sin embargo, suele ser un mal augurio y tensiona el diálogo, mientras que no presentarla se interpreta como gesto de buena voluntad. En las últimas horas, el diálogo ha estado presidido de tal hermetismo que resulta imposible prever la posición que adoptará EH Bildu.

Por ahora, tanto la coalición de Maddalen Iriarte como la consejería de Pedro Azpiazu mantienen en público el discurso de que están trabajando para alcanzar un acuerdo, y no ofrecen pistas sobre si la botella está medio llena o medio vacía. Desde EH Bildu, las fuentes consultadas por este periódico se mantienen en un "mutismo y hermetismo absolutos" y se remiten al fin del plazo previsto para el viernes. Desde el Gobierno vasco no añaden nada más, al margen de confirmar que siguen trabajando.

LA OFERTA

El Ejecutivo, en puridad, tiene una mayoría absoluta más que suficiente para aprobar el proyecto y no necesita a EH Bildu, pero la forma en que se cierre este diálogo parece vital para ambas partes, porque se juegan proyectar ante la sociedad vasca quién ha tenido voluntad de diálogo. De hecho, antes de iniciar esta fase, parecía que el acuerdo era imposible por la rivalidad entre EH Bildu y el PNV, pero desde que Azpiazu presentó una oferta que recoge puntos aceptados por la coalición abertzale en Nafarroa, se ha entrado en un terreno impredecible.

Ya durante la anterior legislatura, el Gobierno de Urkullu ensayó su primera negociación presupuestaria en profundidad con EH Bildu sobre la Renta de Garantía de Ingresos, pero no llegaron a buen puerto.

Ahora, la coalición abertzale tiene sobre la mesa una oferta económica con 72 millones y la activación inmediata de otros 90 del fondo de sostenibilidad energética para los ayuntamientos. Dentro de esta oferta se recogen cuestiones económicas que pedía EH Bildu, como los 30 millones para mejorar la atención primaria en Osakidetza o los dos millones para ampliar las ayudas de emergencia social. En en ese terreno donde ve mayor margen la coalición, que toma distancias con respecto a la oferta política del consejero, aunque reúne cuestiones que ha aceptado en Nafarroa sobre el impulso de un salario mínimo vasco en el diálogo social, o la fijación de precios del alquiler con el paraguas de la ley estatal.