- Una vez aprobado a finales del mes pasado el proyecto de Presupuestos para 2022 por parte del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, la próxima semana llega el turno de las conversaciones con los grupos parlamentarios de la oposición, donde se desvelará al fin si hay visos que permitan ampliar el apoyo en la Cámara de Gasteiz a las próximas Cuentas, cuya aprobación está garantizada en cualquier caso debido a la mayoría absoluta que suman los escaños del PNV y del PSE.

Ayer se dio a conocer el calendario de las negociaciones, que se prolongarán hasta el próximo mes de diciembre. Así, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, comenzará el próximo miércoles día 10 una ronda de contactos con todos los partidos de la oposición, salvo con Vox -con quien el Gobierno vasco ve imposible cualquier entendimiento-, para hablar de los Presupuestos del próximo año y explorar las posibilidades de acuerdo.

Los encuentros de Lakua con los grupos de la oposición comienzan después de que esta semana los consejeros hayan expuesto en sede parlamentaria sus partidas y prioridades incluidas en el proyecto de Cuentas de la CAV para 2022, que serán de carácter expansivo y con un fuerte componente social -casi ocho de cada diez euros irán a servicios y prestaciones públicas-.

De esta manera, y a pesar de que el Ejecutivo de Urkullu tiene garantizado que el proyecto presupuestario llegará a buen puerto, desde Lakua han insistido en las últimas semanas en que están abiertos al diálogo con la oposición, recordando que hay margen para negociar partidas y tratar de ampliar el respaldo en el Parlamento. Así, aunque el Gobierno vasco insiste en que su mayoría absoluta es “legítima” para sacar adelante las Cuentas, prefiere ahorrarse las críticas de rodillo y sentarse a negociar para intentar que al menos un grupo de la oposición se una al pacto de Presupuestos.

A priori, no será fácil que Azpiazu logre alcanzar un acuerdo con alguna de las tres formaciones con la que negociará, una vez descartado Vox. El PP no parece dispuesto a prolongar las conversaciones y todo apunta a que se levantará pronto de la mesa, tal y como hizo el pasado año. Con EH Bildu también se prevé difícil un pacto ya que, a pesar de que en Madrid y Nafarroa la coalición abertzale ha respaldado las Cuentas del próximo año, en la CAV han elevado el listón y exigen a Lakua un giro de 180 grados.

Puede haber más recorrido entre el Ejecutivo autonómico y el grupo parlamentario de Elkarrekin Podemos, que ya conversaron el año pasado hasta el último momento, aunque al final fue imposible el acuerdo. En cualquier caso, los mimbres de aquella negociación están sobre la mesa y los morados tratarán de sacar partido a sus seis diputados en la Cámara, aunque a día de hoy las posiciones entre ambas partes están muy alejadas.

Así las cosas, el titular de Economía y Hacienda iniciará la ronda de negociaciones con la oposición el 10 de noviembre en la Bolsa de Bilbao. La primera de las citas está fijada para las 9.30 horas con los representantes de PP+Cs. Posteriormente, a las 11.15 horas el consejero se reunirá con Elkarrekin Podemos-IU.

Ese mismo día, Pedro Azpiazu mantendrá una tercera reunión, en esta ocasión con EH Bildu y cuya hora todavía se desconoce. Estos tres primeros encuentros servirán como primera toma de contacto para que el Ejecutivo autonómico tenga una idea de las reclamaciones de la oposición y de si hay visos para que las negociaciones puedan prolongarse durante las próximas semanas.

El Gobierno vasco ya aprobó el 26 de octubre el proyecto de Presupuestos de la CAV para 2022, que asciende a 13.107,8 millones de euros, lo que supone un incremento del presupuesto operativo -el dinero disponible para gasto en políticas públicas excluyendo amortizaciones, el TAV y la Variante Sur- de 694 millones de euros, es decir, un 6% más que el año pasado. Asimismo, el proyecto recoge inversiones por valor de 1.605 millones de euros, lo que supone un incremento del 50% respecto a 2021.

Dos días después, Azpiazu entregó el texto a la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, lo que dio inicio a su tramitación parlamentaria. Respecto al resto del calendario que seguirán las Cuentas, se prevé celebrar el pleno de enmiendas a la totalidad el próximo 14 de diciembre y el debate del dictamen elaborado por la comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos, el 23 de diciembre; de manera que ese día quedarán aprobadas las Cuentas se sume o no finalmente alguno de los grupos de la oposición.

Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu insistió ayer en la vía de la negociación con la oposición y llamó a “unir fuerzas” y “ensanchar acuerdos” entre los partidos vascos para aprobar un Presupuesto que a su juicio supone “un punto de inflexión” y “anticipa” el “escenario” para una década que debería estar marcada por la recuperación económica de la CAV y por los avances en materia social.

En una intervención en el Foro Nueva Economía, el jefe del Ejecutivo vasco recordó que la aprobación de las nuevas Cuentas está garantizada, pero añadió que su gabinete tiene “la disposición de ensanchar los acuerdos”, consciente de “la trascendencia del momento que vivimos” y de la importancia que este proyecto presupuestario debería tener a futuro: “Estos Presupuestos representan un punto de inflexión y anticipan el escenario en el horizonte de la década. La salida de la pandemia es una oportunidad para la transformación económica y social de Euskadi”.

El lehendakari continuó en clave económica y aseguró que su objetivo es “anticiparse” a los retos de la economía a nivel internacional, que a su juicio debe ser “más tecnológica y digital, más respetuosa con el medio ambiente y sostenible, más abierta, competitiva y global” en el futuro.

En el plano más político, Urkullu recordó que en los años anteriores negociaron “hasta el último minuto” con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU y, “por razones que escapan al Gobierno”, se “truncaron” los acuerdos.

En esa línea el lehendakari criticó que la coalición abertzale y los morados reclamen siempre “girar a la izquierda” al negociar las Cuentas, cuando el Gobierno vasco está “continuamente girando” y el 77% del Presupuesto se dedica a políticas sociales, que son un “referente en el conjunto del Estado”.

“EH Bildu y Podemos piden que giremos a la izquierda cuando nuestra política social es referente en el Estado”

“El fin de la pandemia es una oportunidad para la transformación social y económica de Euskadi”

Lehendakari