Los ciudadanos de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa deberán votar de nuevo el próximo domingo para elegir a sus representantes en la asamblea regional de Nueva Aquitania y el consejo departamental de Pirineos Atlánticos, puesto que en la primera vuelta del domingo ningún candidato consiguió el porcentaje de votos suficiente para conseguir un escaño. En los doce cantones de Iparralde, las tres candidaturas que obtuvieron algo más de la mitad de los votos en sus respectivos distritos no pudieron hacerse con los escaños correspondientes dado que su resultado no alcanzó el 25% del censo. La alta abstención, que fue de un 63% en Iparralde, tres puntos menos que en el resto de Estado francés, es la responsable de esta situación.

En palabras del profesor de sociología de la UPV/EHU Eguzki Urteaga, el hecho de que solo una tercera parte del electorado acuda a las urnas demuestra que existe "una crisis de la democracia representativa y que la pandemia, y sobre todo su gestión, han influido". Aunque las regiones y los departamentos gestionan importantes competencias en materia social y económica, Urteaga subraya que el nivel de identificación con estas instituciones es muy limitado, sobre todo tras la reforma territorial de 2015, en la que París unió varias regiones formando gigantescos espacios como Nueva Aquitania, un territorio que va de Hendaia hasta Poitiers.

Segunda ronda

El próximo domingo se celebrará la segunda vuelta de las elecciones en los cantones vascos. En casi todos se impuso el centro derecha, que desde la primera ronda se presenta de forma unida para evitar luchas fratricidas entre miembros del Modem, UDI, La República en Marcha y Los Republicanos, cuyos candidatos esperan seguir gobernando el Consejo departamental de Pirineos Atlánticos. La denominada "Mayoría Departamental" del centrista Jean Jacques Lasserre fue la fuerza más votada en la mayoría de los cantones. Según los primeros resultados, mantendría sus escaños y podría ganar dos nuevos cantones en las afueras de Baiona y en Pau. En seis años, la derecha ha perdido diez mil votos en Iparralde, los socialistas y comunistas doce mil, y la extrema derecha cinco mil. El partido de Marine Le Pen, de hecho, ha sido eliminado en el cantón en el que en 2015 consiguió clasificarse en la segunda vuelta. Los abertzales son los únicos que ganan votos, tres mil concretamente.

EH Bai

La coalición de la izquierda abertzale continúa su permanente ascenso y ha conseguido pasar a la segunda ronda en 7 de los 12 cantones, dos más que hace seis años. EH Bai se ha convertido en la segunda fuerza del territorio, la primera en numerosos municipios y, por primera vez, es la fuerza más votada en el cantón de Hendaia, habitual feudo socialista. La coalición suma 21.000 papeletas y alcanza un 24% de los votos emitidos. "En 2015, EH Bai obtuvo buenos resultados con el 16% de los sufragios y, en las elecciones municipales del año pasado, consiguió varias alcaldías como Urruña, Ziburu o Itsasu, además de mantener la de Uztaritze. Esta tendencia se amplía, coge fuerza, aumenta su implantación y la izquierda abertzale se posiciona como primera y principal alternativa, y también primera fuerza polítíca de izquierdas" agrega Urteaga.

Por su parte, los jeltzales apoyan la candidatura de los primeros ediles de Hazparne y Luhuso, Isabelle Pargade y Jean Pierre Harriet, que con un 53,17% de los votos se han clasificado para la segunda vuelta en la que se enfrentarán a EH Bai (35,99%) después de que la extrema derecha quedara eliminada (10,83%). EAJ-PNB también apoyaba la candidatura del centrista Peio Abeberry en Biarritz y cuyo suplente era el jeltzale Christophe Lamboley Depoire, el único alderdikide que se presentó en estos comicios. Con un 10,55% de las papeletas, la candidatura quedó eliminada al quedar en quinta posición detrás los conservadores (32%), los verdes (19%), el partido de Le Pen (13,7%) y una candidatura conservadora disidente (12,7%) en una elección local marcada por una abstención récord, dado que siete de cada diez biarriztarras prefirieron quedarse en casa.

Los resultados de Biarritz muestran el auge de los ecologistas, que mejoran su posición en numerosos cantones y que, por primera vez, pasan a la segunda vuelta en un cantón vasco en el que tendrá lugar el primer duelo derecha-verdes. En los cantones de Baiona donde continúan en liza, los socialistas reclaman el voto de toda la izquierda.

Nueva Aquitania

El presidente saliente aquitano, el socialista Alain Rousset, fue el candidato más votado y todo apunta a que el domingo ganará la segunda vuelta para, a sus 70 años, comenzar una quinta legislatura. El domingo se impuso con un 28,8% de las papeletas ante la extrema derecha (18,2%), los macronistas (13,7%), los conservadores (12,46%) y los ecologistas (12,08%) con los que podría realizar de nuevo una alianza que le permita una amplia victoria. "La izquierda francesa está muy divida y debilitada, pero los gobiernos locales como el aquitano que han demostrado una fuerte implantación local y una capacidad de gestión durante la pandemia se han visto recompensados", zanja el sociólogo Eguzki Urteaga.

primera vuelta

Cantones. En casi todos los cantones vascos se impuso el centro derecha, que desde la primera ronda se presenta de forma unida para evitar luchas fratricidas entre miembros del Modem, UDI, La República en Marcha y Los Republicanos, cuyos candidatos esperan seguir gobernando el Consejo departamental de Pirineos Atlánticos. La denominada "Mayoría Departamental" del centrista Jean Jacques Lasserre fue la fuerza más votada en la mayoría de los cantones. Mantendría sus escaños y podría ganar dos nuevos cantones en las afueras de Baiona y en Pau.

Nueva Aquitania. El socialista Alain Rousset fue el candidato más votado.

"La baja participación demuestra la crisis de la democracia representativa y que la pandemia ha influido"

"La izquierda está debilitada, pero gobiernos como el aquitano se han visto recompensados"

Sociólogo