El PNV cree que la coalición entre PSOE y Unidas Podemos seguirá en pie aunque entiende que el paso dado por Pablo Iglesias responde a su intención de diferenciarse de los socialistas y “minar” esta relación” en previsión de una convocatoria de las elecciones generales para 2022. Urnas que podrían estar conectadas con el conflicto en Catalunya. Los soberanistas catalanes ya temen que la salida del líder morado del Gobierno pueda suponer la mejor de las excusas para Sánchez a la hora de aparcar esta problemática, de ahí que los jeltzales miren a la manera en que se desenvolverá el Ejecutivo de Pedro Sánchez a partir de ahora con esta “patata caliente”, amén de su trabajo para mantener la mayoría estable en el Congreso.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, calificó de “purito Stratego” -en referencia a un juego de mesa de estrategia- los movimientos políticos de los últimos días, incluida la jugada de Iglesias para evitar que Podemos pase a ser en Madrid un grupo extraparlamentario. “Hay mucho político aficionado que se aburre si no se mueven las fichas”, dijo. Un movimiento enmarcado en un escenario crítico, de pandemia y de crisis económica, recordó el jeltzale, a la espera de cómo evolucionarán los acontecimientos con el liderazgo morado de Yolanda Díaz pero pronosticando que “los choques serán diferentes”.

Más allá de quién ocupa determinados cargos y las cuotas de poder que ostenta cada uno, Esteban cree que haber entrado en “esta fase de desestabilización” política no es muy positiva, al margen de que “estéticamente no queda nada bien” que Iglesias le haya dado hecha la remodelación a Sánchez cuando es él quien tiene la potestad para hacerlo, aunque no le sorprende vistos los precedentes.

Horizonte socialista

En todo caso, el PNV aguarda a comprobar si en verdad Catalunya “ha salido del foco” y si el PSOE buscará sacar a los naranjas de su “alineamiento” con el PP y tejer con ellos una mayoría “circunstancial” en la Cámara baja “si se deteriora su relación con ERC”. Esteban aprovechó para criticar todas esas operaciones que se han desencadenado en los últimos días, desde Murcia hasta Madrid, incluida la del PP, que “reacciona igualmente de manera partidista con la compra de voluntades -al incluir a los tránsfugas de Ciudadanos-, que tampoco es bonito” y luego con la reacción de convocar elecciones en la Comunidad de mayor trascendencia mediática en el Estado español.