La izquierda abertzale dejó ayer muy poco margen al Gobierno vasco para arañar su respaldo a los primeros Presupuestos de la legislatura. EH Bildu situó el debate en una "cuestión de modelos" y se afanó en distinguir el suyo del que esgrime el Gobierno liderado por el PNV en coalición con los socialistas. "O volvemos al escenario que nos ha traído hasta aquí, a las políticas que favorecen al capital, o a un modelo que construya una vida digna", dijo la coalición, para resumir la disyuntiva entre "el modelo que lleva al colapso" o el que lleva al cambio. Volvió a quedar patente el divorcio con el Gobierno vasco y la estrategia de EH Bildu de presentarse como alternativa.

A partir de esa declaración de intenciones, el parlamentario Josu Estarrona insistió en la reforma fiscal y en instalar una tasa covid de manera inmediata mientras madura ese debate más amplio sobre todos los impuestos. "No es un cambio revolucionario la aplicación de una tasa excepcional en un momento excepcional, es sentido común", dijo, entre las críticas de un PNV que le recrimina que no plantee las mismas condiciones en Nafarroa o el Estado. Estarrona añadió también que "solo cuatro países europeos recaudan menos" que Euskadi con el Impuesto de Sociedades, y zanjó que tienen que "pagar más quienes más tienen, punto". Además, criticó que el reparto de los fondos europeos no haya entrado en la negociación presupuestaria.

En términos más generales, consideró que el Gobierno está "superado por la realidad" y ha aprobado unos Presupuestos ya caducados. Le discutió, incluso, su fortaleza política y social. "El Gobierno tiene mayoría, pero es débil. No es capaz de concretar el auzolan que predica. En términos parlamentarios, con estas Cuentas ganará el Gobierno, pero perderá la gente", sostuvo.