No hubo sorpresa de última hora. Elkarrekin Podemos-IU certificó el martes un desenlace que se daba por hecho desde el fin de semana: la negociación de los Presupuestos de este año con el Gobierno vasco se ha quedado sin recorrido y, por ello, ha registrado una enmienda a la totalidad. La coalición de izquierdas repitió que el Gobierno vasco no ha querido incorporar "compromisos políticos" en el proyecto. Esta enmienda a la totalidad supone que la oposición en bloque rechaza las Cuentas, aunque podrán aprobarse de todos modos con la mayoría absoluta que suman PNV y PSE, los dos socios en el Gobierno vasco de coalición.

La decisión de Podemos supone renunciar a la última oferta que le había planteado el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, que recogía entre otras cuestiones un incremento de las prestaciones para vivienda hasta los 275 euros al mes (frente a los 250 actuales), y una oferta global que ascendía a 92 millones este año, y cinco el próximo. Suponía que la bancada influyera en el 12,2% del aumento del gasto real, un porcentaje superior al 8% que representa su peso parlamentario. Azpiazu había dejado claro que era su última oferta, pero Elkarrekin Podemos-IU no la acepta y renuncia a dejar su impronta en las Cuentas a través de estas partidas. Supone romper, al menos por ahora y cuando todavía queda mucha legislatura por delante, la senda de acuerdos presupuestarios que había abierto la anterior dirección de Podemos, liderada por Lander Martínez. Podemos selló un acuerdo para los Presupuestos de 2020 que se tradujo en un incremento de la renta de garantía de ingresos y ayudas en materia de haurreskolak. Tampoco se ha conseguido que tengan reflejo en la comunidad autónoma los acuerdos entre ambas fuerzas en el Estado (el PNV apoyó las Cuentas del Gobierno español del que forma parte Podemos) y en Nafarroa (Podemos y el PNV, que participa en el Gobierno dentro de la coalición Geroa Bai, son socios del equipo liderado por la socialista María Chivite).

La coalición registró su enmienda a la totalidad y un paquete de 223 enmiendas parciales que ascienden a 219 millones de euros. Los encargados de presentar las enmiendas fueron los parlamentarios Jon Hernández (IU) e Isabel González. A través de un comunicado, se pronunciaron también al máximo nivel la coordinadora general de Podemos, Pilar Garrido, y la líder de Ezker Anitza-IU, Isabel Salud. Garrido aseguró que la coalición "había asumido la responsabilidad ante la situación excepcional que se vive en Euskadi y, por ello, había mostrado desde el inicio su plena disposición a llegar a un acuerdo presupuestario con el Gobierno, sin establecer líneas rojas, de cara a paliar los graves efectos a nivel sanitario, económico y social que sigue provocando la pandemia", pero que "el Gobierno vasco no ha querido entrar en el contenido político" de la propuesta y se ha limitado a mover algunas partidas. Dijo que seguirá dialogando en todos los ámbitos con diferentes partidos para alcanzar acuerdos.

Isabel Salud, por su parte, encuadró la enmienda en una "falta de sintonía con los Presupuestos" y la necesidad de denunciar "el ideario conservador de las políticas económicas y sociales del PNV, que no quiere en absoluto modificar".

Las enmiendas serán debatidas el viernes de la próxima semana, el día 29. En puridad, PNV y PSE tienen la mayoría necesaria para superar el trámite y, en otras circunstancias, si la negociación hubiera seguido adelante, aún quedaría margen para acordar hasta la votación final del proyecto el 11 de febrero. Pero la negociación está ya finiquitada. El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, dijo ayer tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que aprobar las Cuentas es necesario y disponen de la mayoría absoluta para ello, aunque se mostró dispuesto a seguir dialogando en la legislatura con quienes tengan voluntad real de hacerlo.

"El Gobierno vasco no ha querido entrar en el contenido político de la propuesta"

Coordinadora general de Podemos