La reunión del rey Felipe VI y el lehendakari, Iñigo Urkullu, ayer en el Palacio de la Zarzuela, la segunda entre ambos durante el reinado del primero, se enmarcaba en la cortesía institucional y en la tradición de recibir a los presidentes autonómicos tras su proclamación. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo vasco expuso con claridad ante el monarca una cuestión enquistada, la del incumplimiento del Estatuto de Gernika. A su juicio, “ahora se presenta el objetivo y la oportunidad de actualizar el autogobierno vasco”, lo que se sería posible a través de un pacto, primero en Gasteiz y luego en Madrid, que desemboque en un “nuevo modelo de Estado”.

La reunión, que se prolongó por espacio de dos horas y media, sirvió por tanto para plantear el que será uno de los principales objetivos de la legislatura después de que Urkullu tomara posesión de su cargo el pasado día 5. Según una nota de Presidencia del Gobierno vasco, tras la Disposición Adicional Primera de la Constitución de 1978 y el Estatuto de Gernika de 1979, la puesta al día del autogobierno “debe asentarse en un acuerdo amplio en Euskadi y en un nuevo pacto con el Estado”. Tal y como trasladó el lehendakari ayer en Zarzuela, “se trata de pactar la modernización del modelo de relación singular y bilateral que simbolizan los Derechos Históricos del pueblo vasco”. Para ello se establecería un “sistema de concertación y bilateralidad” con el fin de garantizar el “cumplimiento de lo acordado”. Así se reforzaría la relación bilateral con el Estado por la que aboga el Gobierno vasco.

El objetivo, según Urkullu, es alcanzar un acuerdo “de futuro” a través del que se “reconozca la realidad nacional de Euskadi y la singularidad del autogobierno vasco”, al tiempo que se “asiente” la mencionada relación de igual a igual con el Estado. Todo ello redundaría, concluyó, en que se “favorezca la presencia y proyección internacional de Euskadi Basque Country”.

El rey se reunió por la mañana con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la cita con Urkullu estaba fijada a las 17.00 horas. Se saludaron con cordialidad, sin estrecharse la mano por precaución sanitaria, e intercambiado unas primeras palabras, según Casa Real. Ambos llevaban mascarilla, negra en el caso del lehendakari y azul clara en el del jefe del Estado.

Urkullu comenzó hablando de la situación creada por la pandemia y destacó la importancia del autogobierno y las instituciones vascas a la hora de afrontar esta complicada situación. En este sentido, instó a “fortalecer la gobernanza colaborativa” para definir con mayor claridad las responsabilidades de las diferentes instituciones y la relación entre ellas.