- EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU coincidieron ayer en su estrategia de llevar actos del Gobierno vasco ante la Junta Electoral. Y las dos coaliciones vieron frustrado su propósito. La coalición representada en las elecciones por Miren Gorrotxategi registró un escrito para poner objeciones a la cita prevista para hoy entre el lehendakari Urkullu y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en la playa de Kobaron, para escenificar que ambos territorios recuperan la movilidad y se puede viajar tras el fin de la fase 3 del confinamiento. La petición se conoció poco después de que saltara a la luz la presentada por EH Bildu sobre las transferencias. A Podemos le parece un paseo electoral y pidió advertir al PNV de posibles sanciones, aunque no pidió expresamente que se cancele. La Junta Electoral concluyó ayer que “no puede alcanzarse la conclusión de que la actuación descrita vaya a tener un sentido electoral”, porque el acto “tiene por objeto concienciar a la ciudadanía de la necesidad de que cumplan las normas de seguridad y protección” contra el virus ahora que se recupera la movilidad entre comunidades.

La Junta solo “recuerda” que desde la convocatoria de las elecciones el artículo 68 bis de la ley de Elecciones al Parlamento Vasco establece que no se podrán difundir campañas de publicidad ni comunicación. Se prohiben también actos que impliquen poner en valor logros conseguidos. Desde Lehendakaritza no ven ninguna novedad y aseguran que es simplemente cumplir la ley, lo que ya pretendía hacer Urkullu.

La reunión de la Junta fue telemática, en puertas de que su presidente, Juan Luis Ibarra, deje el lunes su cargo al frente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.