La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mantiene su particular cruzada contra el Gobierno de Pedro Sánchez y, por ello, ayer no tuvo ningún reparo en advertir de que las protestas vecinales que se han vivido en los últimos días en la calle Núñez de Balboa del barrio de Salamanca "son una broma" ante lo que le aguarda al Ejecutivo.

Unas concentraciones que han tenido lugar los últimos días sobre las 21.00 horas en esa calle del distrito madrileño de Salamanca, uno de los más acomodados de la ciudad, y cuyas imágenes, difundidas a través de las redes sociales, han provocado polémica por la falta de distancia física entre muchos de los participantes. Es el segundo distrito más rico de Madrid, con casi 9.000 euros más de renta por persona que la media de la capital. En las elecciones generales de noviembre, el PP fue claro vencedor en ese distrito.

Así lo indicó en la sesión de control del Pleno de la Asamblea de Madrid, en respuesta a una intervención de la portavoz adjunta de Unidas Podemos-IU, Sol Sánchez, que criticó que el modelo de la presidenta madrileña es "el de los que confunden la libertad con sus privilegios, el de los cacerologolfistas y vivir de las rentas, del trabajo de otros". Para la parlamentaria, está claro que todo esto lleva a "repetir errores del pasado en el presente" para dejar a todos "sin futuro". A su parecer, Ayuso "es un verdadero peligro para el bienestar y la salida de la crisis".

Envuelto en una nueva polémica, Ayuso sostuvo que "atacar directamente a estos vecinos cuando muchos de ellos se van a arruinar a costa de sus políticas es cuanto menos una falta de respeto a todos y una vergüenza". A su parecer, es el Gobierno de España, de PSOE y Podemos, "el que está haciendo más daño que nadie a la economía, y precisamente a todas esas familias que no están ingresando ni un solo euro, actuando tarde y de manera negligente".

"Están lastrando las economías de los más vulnerables que vienen de otros países huyendo de la miseria que ustedes instalan cada vez que llegan de manera totalitaria al poder", espetó Díaz Ayuso.

Sobre esta cuestión, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, mostró un talante totalmente diferente. A su entender, las concentraciones de protesta en el barrio de Salamanca son tan irresponsables como cualquier otro incumplimiento del estado de alarma, ya sean fiestas, botellones, no cumplir la distancia social o saltarse los horarios. "A pesar del desgaste, las ganas de protestar contra el Gobierno, todo se puede hacer sin vulnerar el estado de alarma", señaló.

"Cayetanos". La Delegación del Gobierno de Madrid prepara un dispositivo policial para evitar aglomeraciones en las protestas vecinales contra el Gobierno español en el distrito de Salamanca, cuyas imágenes han provocado polémica por la falta de distancia física entre los participantes. El delegado de Gobierno, José Manuel Franco, precisó que el estado de alarma "no impide" las manifestaciones, pero si se cumplen las normas de la alerta sanitaria, como la distancia social. Insistió en que la policía "no reprime las manifestaciones ni las caceroladas", pero sí actuaciones que "atentan contra la salud de los madrileños".

Sindicatos policiales. Por su parte, los principales sindicatos policiales defienden que los agentes intervengan en cualquier aglomeración de ciudadanos que incumpla el estado de alarma vigente, ya sean en concentraciones en la calle Núñez de Balboa de Madrid o por botellones.

"Esperen a que la gente salga a la calle porque lo de Núnez de Balboa les parecerá una broma"

Presidenta de la Comunidad de Madrid