"No habrá bares abarrotados" tras finalizar el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. Así de claro lo asegura la consejera vasca de Turismo, Comercio y Consumo, Sonia Pérez, quien adelanta que los establecimientos hosteleros y comercios tendrán que cumplir una serie de medidas estrictas.

En declaraciones a Efe, la consejera afirma que la actividad industrial se irá reactivando antes que la relacionada con la hostelería, el comercio y el turismo y además este último sector, el turístico, será al que le cueste más recuperarse y no lo conseguirá hasta que haya un clima de confianza y seguridad.

Augura que en la época del postconfinamiento la recuperación de estas actividades va a ser "muy paulatina". Bares, restaurantes y comercios tendrán que cumplir con unos determinados aforos y con medidas de higiene y de distanciamiento.

El Gobierno vasco, en colaboración con el Ejecutivo central, está trabajando en la elaboración de los protocolos que se deberán cumplir en estos establecimientos cuando puedan abrir sus puertas y Pérez no quiere avanzar las medidas que se implantarán hasta que estén bien definidas.

"Vamos a tener que guardar mayores distancias y no van a ser posibles grandes aglomeraciones", se limita a desvelar. Lo que está claro, añade, es que no habrá "bares abarrotados" como antes de la pandemia. "No vamos a volver a la normalidad de la noche a la mañana", insiste.

En relación al sector turístico señala que fue el primero en sufrir las consecuencias de la COVID-19 con cancelaciones de reservas y será de los últimos sectores en salir adelante.

No obstante, dentro de este sector, el turismo doméstico, de proximidad, se prevé que experimente un auge mucho más rápido que el turismo de viajes al extranjero porque para este se necesitará recuperar un clima de confianza y de seguridad en todos los países y depende de cómo evolucionen el resto de los mercados, principalmente los de Francia, Estados Unidos y Reino Unido.

Pérez explica que el Gobierno vasco, de cara a los próximos meses, impulsará el turismo interno y doméstico mediante la promoción de actividades dentro de Euskadi que puedan atraer a turistas autóctonos y de otras comunidades autónomas próximas.

En cuanto al impacto económico y sobre el empleo que la crisis ha provocado y generará en estos sectores, la consejera explica que se está aún analizando para tener una radiografía más exacta con el fin de articular las ayudas que van a necesitar y "apoyarles lo más posible".

No cree la titular de este Departamento que tras el fin de la emergencia sanitaria se produzca un alza de los precios en el comercio, en la hostelería y en el turismo.

En el ámbito comercial, el Gobierno vasco ha trasladado al Ejecutivo central la necesidad de que se regule de una forma excepcional el período de rebajas, de promociones y descuentos para que el comercio más pequeño "no sea el más pagano de la crisis".