BILBAO - "El Parlament ha votado que quiere mediador y pienso que ERC y la CUP cumplirán". Quim Torra sigue enrocado en la necesidad de que la mesa entre gobiernos cuente con la presencia de un relator internacional hasta el punto de exigir ayer a la formación republicana que endurezca su posición respecto a esta herramienta de contraste. Y para ello recordó que Esquerra votó a favor de esta figura en la Cámara catalana, señalando que "no podemos jugar a votar cosas que luego no van a salir adelante. O las votas o no las votas. Pero si votas sí, asume las consecuencias". Lo aseguró en una entrevista en El Punt Avui, mostrándose incrédulo por el hecho de que el partido de Oriol Junqueras no lo considere una exigencia en tanto que "la clave es el respeto de la voluntad popular, porque si no, también pondríamos en duda el 1-O y la declaración de independencia".

El jefe del Govern no descarta que el Parlament tenga que volver a pronunciarse si se quiere sacar a esta figura de la mesa y tiene claro que el mediador debería ser una figura internacional, alguien con experiencia en la intermediación de conflictos en este ámbito, rechazando que este papel lo pueda ejercer alguien del BNG o del PNV. Preguntado sobre los que sostienen que el empeño en poner como condición esta figura evidencia una voluntad de querer hacer descarrilar el diálogo, Torra recordó que fueron Sánchez y el Gobierno español quienes se levantaron de la mesa tras "consensuar el mediador". Por ello desea averiguar "ante qué Sánchez estamos". "Yo me he encontrado con varios: el que no me cogía el teléfono y el que ahora me llama; el que votó el 155 y el que dice que esto es un conflicto político", enumeró. Y en este punto lanzó un aviso al socialista: "Que nadie pretenda que hablemos de Cercanías, siendo importantísimo, en una mesa en la que se debe hablar del conflicto político".

Torra sigue sin desvelar si la fecha de las elecciones será antes o después del verano pero cree que el proceso de negociación deberá continuar mientras Catalunya se encuentre ante las urnas. Además de matizar que no la decidirá en función de los beneficios partidistas porque sería una traición a sí mismo, no suelta penda para "preservar de cualquier otra influencia que pudiera venir, de electoralismos y partidismos", la mesa de negociación y los Presupuestos. Primero, la aprobación de las Cuentas catalanas. Asimismo, confirmó que no piensa volver a ser candidato aunque el Supremo revocara la sentencia que lo inhabilita, y sobre el cabeza de lista de JxCat se limita a señalar que será "el que el espacio decida".