BILBAO - Si el diálogo no avanza, ERC recuperará el ejercicio de derecho de autodeterminación. Bien en clave interna independentista por su rivalidad con JxCat, bien a modo de advertencia a Pedro Sánchez, que les necesita para aprobar los Presupuestos, los republicanos colocaron ayer la pelota en el tejado del Gobierno español a la hora de desbloquear el conflicto catalán. Lo atestiguó el vicepresident del Govern y coordinador nacional de Esquerra, Pere Aragonès, quien aseguró que "no podemos garantizar el éxito de esta mesa de diálogo porque no depende solo de nosotros". "Si no avanzara, nosotros volveremos a ejercer la autodeterminación", avisó en su discurso en el congreso de la federación del partido en Salt, Girona, donde añadió que, en ese supuesto, lo harían "con la voluntad de ser más fuertes que nunca, y de que esta vez sea la definitiva".

Aragonès también precisó que la presencia socialista en esa mesa entre gobiernos es "más por necesidades aritméticas que por voluntad política", y recordó a su militancia que "no hemos venido a renunciar, hemos venido a ganar la independencia". Un alegato en la línea de las advertencias últimas lanzadas también por el líder de ERC, Oriol Junqueras, encarcelado por la causa del procés. A juicio del exvicepresident de la Generalitat, el apoyo republicano a las Cuentas del Ejecutivo español "está condicionado a los avances" en esa mesa. "Vamos paso a paso, porque el PSOE solo negocia cuando lo exigen las circunstancias", añadió ayer en una entrevista en El País. "Nos abstuvimos en la investidura como habría hecho cualquier demócrata europeo para frenar a la ultraderecha. Dicho esto, los partidos con los que hemos negociado siguen mostrando dosis de inhumanidad alucinantes: saben que somos inocentes y siguen callando", reseñó, además de denunciar que "los socialistas catalanes han aplaudido la prisión de inocentes".

Junqueras sostiene que el Tribunal Supremo "no tiene razón en nada" y la lección de todo el procés es "que lo hicimos para poder volver a hacerlo". "El objetivo era y es la independencia. Y caerá por su propio peso: solo hay que trabajar para convencer a más gente", suscribe, al tiempo que apostilla que "cualquier proceso complejo tiene que ser necesariamente multilateral. Y en este caso requiere de las instituciones políticas catalanas, españolas, europeas e internacionales, de las empresas privadas, y de tener los suficientes apoyos".

Polémica En este contexto, la figura del relator en la mesa de diálogo no es una condición para ERC, a diferencia de lo que piensan desde JxCat. Sergi Sabrià, presidente del grupo parlamentario republicano, admitió que un relator "podría ayudar" y que a su formación le parece "bien". No obstante, rechaza que "sea una nueva condición para continuar las conversaciones" con el Gobierno de Sánchez. "El documento está claro: el diálogo es de gobierno a gobierno. Invertimos muchas horas en ello", afirmó ayer el dirigente republicano en el programa Via Lliure de RAC1. Un prisma diferente al de sus socios en el Govern. De hecho, la posconvergente Gemma Geis aseveró que "venimos del proceso que venimos y vemos la falta de veracidad del Estado; nos parece que es una figura interesante".

El presidente del grupo parlamentario de JxCat, Albert Batet, ya dijo tras la mesa de partidos catalanes celebrada el viernes que había "poco margen para el optimismo" si el cónclave del Palau debía ser la antesala de las negociaciones con el Estado y reclamó que se implemente la figura de un "mediador" en la negociación entre los dos gobiernos. Eso sí, las dos familias hegemónicas del independentismo rechazan la convocatoria electoral prematura y cierran filas ante la presión de socialistas y comunes.

Un antiguo líder de Unió, Ramón Espadaler, ahora al frente de Units Per Avançar, coaligado con el PSC, destacó que "no es necesaria la figura del relator. A mí me suena más a una excusa para ir poniendo trabas a esta mesa de diálogo porque quizá a algunos lo que les preocupa es que el diálogo se produzca de verdad". A su juicio, el Govern "no tiene cohesión" y lo da por "agotado". Jéssica Albiach, presidenta de Catalunya en Comú Podem, lamentó que los socios del Govern "en lugar de cooperar, compiten continuamente por ver quién no da soluciones para resolver los problemas de la ciudadanía". "Tenemos claro que la situación ha cambiado tanto desde hace un año y medio, que seguramente ahora las urnas nos dirían otra cosa. Es el momento de escuchar a la ciudadanía", zanjó.