Bilbao - El Gobierno vasco homenajeará este domingo, en la Casa de Juntas de Gernika, a los lehendakaris en el exilio José Antonio Aguirre y Jesús María Leizaola, con motivo del 80º aniversario de la salida definitiva tras la Guerra Civil del primer Gobierno vasco, así como del 40º aniversario del regreso a Euskadi del “lehendakari zaharra” -que sustituyó a Aguirre en el cargo tras la muerte de este en 1960 en París-, que se cumple exactamente el día 15. El acto organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, estará presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que realizará una intervención en su transcurso.

Al homenaje asistirán familiares de Aguirre y Leizaola, así como sus sucesores en el cargo, ya con la democracia restablecida -cabe recordar que el primer lehendakari no pudo cumplir su sueño de regresar a Euskadi-, Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe y Patxi López. También acudirán los consejeros del Ejecutivo liderado por Urkullu y una amplia representación de las instituciones y los partidos vascos.

El acto dará comienzo a las doce del mediodía en la Casa de Juntas con la actuación del Orfeón Donostiarra, a la que seguirá la proyección de un vídeo conmemorativo. Inmediatamente después intervendrán dos representantes de las respectivas familias de los lehendakaris objeto del homenaje. El punto y final lo podrá el discurso del actual jefe del Ejecutivo de Gasteiz.

Tras una fotografía conmemorativa frente al Árbol de Gernika, los asistentes visitarán en la Biblioteca de la Casa de Juntas la exposición El exilio vasco después de la Guerra Civil, organizada por Gogora. La muestra, que ya se pudo contemplar en la propia sede del Instituto de la Memoria en Bilbao, está formada por paneles con fotografías y documentación histórica sobre las diferentes fases del exilio vasco.

Según informó en su día Gogora, unas 100.000 personas tuvieron que exiliarse entre julio de 1936 y agosto de 1937, de las cuales 30.000 eran niños y niñas. Ya en 1939, de las 500.000 personas que salieron de Catalunya a Francia en lo que se conoce como la Retirada, se estima que 10.000 eran vascas.

Caluroso recibimiento El regreso de Leizaola a Euskadi, el 15 de diciembre de 1979 tras permanecer 43 años en el exterior, fue quizás el momento más simbólico del paulatino regreso a la democracia que se inició con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975. El sustituto de Aguirre como jefe del Ejecutivo vasco en el exilio tras la repentina muerte de este fue objeto de un multitudinario recibimiento a su llegada al aeropuerto de Sondika, así como de un gran homenaje popular en San Mamés que todavía hoy es recordado de forma vívida por quienes participaron en el mismo.

Tan solo dos días después, en un acto celebrado precisamente en la Casa de Juntas de Gernika, Leizaola hizo entrega simbólica de las llaves de la sede del Gobierno vasco en París a Carlos Garaikoetxea, presidente del Consejo General Vasco. De esta forma dio por disuelto el gobierno en el exilio y cedió el testigo al que en pocos meses se iba a transformar en el primer Gobierno vasco como tal tras la dictadura.

Ese fue el punto culminante de una larga travesía en el desierto en la que Leizaola llevó a cabo una ímproba labor en defensa de la democracia y de denuncia de la dictadura franquista durante su obligada estancia en París. Allí tomó el relevo de Aguirre, que marchó a Francia tras la Guerra Civil.