Iruñea - Hace tiempo que aquel antiguo hito de los cien primeros días de un Gobierno, marco de cortesía de tiempos pretéritos, se convirtió en una oportunidad comunicativa para mostrar un primer balance. Así sucedió ayer con la comparecencia de la presidenta de Nafarroa en solitario, María Chivite, que exhibió optimismo ante dos cuestiones que marcarán el devenir del próximo año, y tal vez el de la legislatura: el proyecto de Presupuestos y la posible cristalización del gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, que daría por fin con el nuevo año un interlocutor estable en Moncloa, y en similar onda. En ambos asuntos, Chivite apunta, aún con cautela, a un horizonte libre de bloqueos, en una doble entente progresista Nafarroa- Estado inédita por lo que se refiere al novedoso panorama que puede consolidarse en Madrid.

En lo que se refiere al trecho recorrido desde agosto, la presidenta considera que el Ejecutivo foral ha avanzado a “buen ritmo” en sus primeros cien días con “hechos, con gestión y con la convicción de que hemos emprendido un camino de progreso que se sustenta en pilares imprescindibles para que Navarra pueda ser una comunidad líder y vanguardista”. Dichos pilares, para una meta de tal calibre, son a juicio de Chivite “la innovación, la transformación digital, los nuevos modelos económicos y de gestión, pero también con cohesión territorial, igualdad y convivencia”,

Chivite dijo querer huir de la autocomplacencia, y se esforzó en mostrar un Gobierno en marcha y bien situado para afrontar 2020. Por ello, reconoció que ahora mismo el reto “más importante” es sacar los Presupuestos del próximo año adelante e indicó que el Gobierno prevé tener el anteproyecto aprobado a finales de este mes. En cuanto a las negociaciones, reiteró que “la disposición al diálogo es con todos los grupos de la oposición”, pero en un día de balances puso de manifiesto el contraste habido. Mientras que EH Bildu les hizo llegar una propuesta, “Navarra Suma no nos ha hecho llegar ninguna, más allá de sus tres enmiendas a la totalidad”. Declaración de intenciones que para la jefa del Ejecutivo foral “no es el mejor marco para que haya un diálogo” al que no cierra la puerta. Respecto a la propuesta que les trasladó EH Bildu, diagnosticó “coincidencia en algunas cosas y menos coincidencia en otras cuestiones”, aunque no quiso adelantar una valoración más en detalle para hacerlo directamente con la coalición en “un diálogo directo con el Gobierno”. Cortesía que dibuja un estilo y elemento interpretable en sí mismo. “Estamos todavía valorando esa propuesta y se la trasladaremos a EH Bildu en primera persona, hacerlo de manera personal es una mejor manera de dialogar”, agregó.

alto cumplimiento En cuanto a los cien primeros días del Ejecutivo, la presidenta puso en valor el “alto grado de cumplimiento” de las 160 medidas que su Gobierno determinó prioritarias para este periodo, que a su parecer combinaban líneas continuistas y renovadoras con respecto al gobierno de Barkos, sobre la base del acuerdo suscrito entre PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Hoja de ruta que en palabras de la presidenta, “va a tener un primer reflejo” en los Presupuestos, y “por eso, es prioritario sacarlos adelante”, y remarcó, conjugando el futuro y no el condicional, que la aprobación de las Cuentas “dará combustible a esa velocidad de crucero que el Gobierno ya ha tomado”.