BILBAO. Los expertos nombrados por los partidos han terminado sus trabajos sobre el nuevo estatus de autogobierno, y el PNV tiene intención de seguir buscando el consenso ahora que la pelota ha vuelto a situarse en el tejado de los políticos y del Parlamento Vasco. Los jeltzales afrontan este debate con una visión pactista y con la mirada puesta en que el nuevo marco deberá aprobarse no solo en el Parlamento Vasco, sino también en el Congreso de los Diputados de Madrid. Pero, al mismo tiempo, el PNV aclaró ayer al presidente español en funciones, Pedro Sánchez, que no aceptará que despache con una simple negativa el derecho a decidir, el principio que mayor rechazo despierta en los socialistas. El presidente de la ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, aclaró que, como mínimo, Madrid tendrá que hablar sobre este asunto, abordarlo y asumir que se pueda llevar a cabo un debate con argumentos, y no pedir a los jeltzales que renuncien de salida a plantear esta reivindicación. “Nos tendrán que demostrar que eso que dicen ellos es una verdad absoluta. En esta legislatura se ha acabado despachar las cosas con una frase. El PNV no se va a contentar con que le digan esto no, como a los niños”, puntualizó.

El PNV cuenta con una posición privilegiada en el Congreso, donde sus seis escaños son necesarios no solo para la investidura, sino para la estabilidad y la aprobación de los Presupuestos. Además, el debate sobre la crisis territorial está abierto en canal, y los jeltzales creen que el Gobierno español tendrá que coger el toro por los cuernos para escuchar a Catalunya y a Euskadi. El PNV cree que este debate se va a suscitar, y que el contexto no invita a que Sánchez siga echando tierra sobre el problema político. Por lo tanto, quiere que al menos se abra un debate donde cada parte pueda proponer sus fórmulas. Su jurista Mikel Legarda plantea un derecho a decidir pactado con el Estado. El PNV quiere tener la capacidad de proponer al Estado un nuevo modelo de relación bilateral, de convivencia pactada y no ruptura. El PSE exige una reforma constitucional previa.

En una rueda de prensa celebrada ayer en Sabin Etxea, Ortuzar apostó por profundizar en el voto particular del experto designado por los socialistas, Alberto López Basaguren, ya que rechaza el derecho a decidir porque no cree que sea conveniente desde el prisma político, pero no porque sea inconstitucional su formulación concreta en el estatus. “Cuando hay una reivindicación sostenida en el tiempo, el sistema democrático debe darle respuesta. ¿Por qué vamos a tener que salir una de las partes ya renunciando a un elemento muy capital como es el derecho a decidir? Hablemos de la formulación, de cómo se haría, de las prácticas comparadas en el mundo, de Quebec, de Escocia, de Flandes...”, dijo. Ortuzar añadió que el PNV ya ha hecho “un esfuerzo” para conectar el principio democrático y el principio de legalidad, y pidió al PSE que no se quede solo en la ley y “haga el esfuerzo de adentrarse también en el principio democrático”.

Además, Ortuzar no cree que sea necesario una reforma de la Constitución española, porque los derechos históricos reconocidos en la propia Constitución y el Estatuto de Gernika dan la percha necesaria para que la comunidad autónoma pueda plantear un cambio de relación con Madrid. Además, la reforma podría saldarse de la peor de las maneras en un Congreso marcado por el auge de la ultraderecha de Vox. “No tenemos miedo al debate de la reforma constitucional, pero creemos que, para hacer lo que proponemos, no hace falta”, zanjó el líder jeltzale.

Ortuzar quiso elogiar el esfuerzo que han realizado para ampliar el consenso los expertos del PNV (Mikel Legarda), Elkarrekin Podemos (Arantxa Elizondo) y PSE (Alberto López Basaguren). “Se ha conseguido un grado muy relevante de acuerdo cualitativo y cuantitativo”, dijo, para detallar después que “más del 80% del documento central está consensuado”. Ortuzar opinó que el estatus supondría un avance “notable en la cantidad y la calidad del autogobierno”. Pidió abrir “un periodo de reflexión para analizar en profundidad los documentos”, ampliar el acuerdo e introducir en el debate político la necesidad de otras reformas, ya sea de la Constitución u otras leyes.

Rechazo del PSE

Los discursos del PNV y el PSE siguen enfrentados en este debate que, no obstante, no pone en riesgo sus gobiernos de coalición porque este asunto está fuera de los pactos. Idoia Mendia volvió a exigir al PNV que “no deje pasar esta oportunidad con maximalismos nacionalistas”. “Los nacionalistas tendrán que decidir si prefieren seguir adelante con una propuesta que deje a parte de la sociedad fuera y que nos devuelva a caminos de frustración y confrontación”, dijo. Mendia insistió en que “no se puede cambiar la Constitución a través de un Estatuto”. “Esta experiencia es la que siguió Catalunya”, señaló. La socialista afeó también las alusiones a Nafarroa, e insistió en que el derecho a decidir es una “reivindicación nacionalista para decidir la independencia”. Opinó que “es al PNV al que le corresponde moverse de una vez”.