BILBAO - Pese a que el Tribunal Constitucional (TC) y el Gobierno español le advirtieron de un posible delito, el presidente del Parlament, Roger Torrent, asumirá “todas las consecuencias penales” que conlleve la defensa de que en la Cámara catalana, “templo de la palabra”, se pueda hablar de todo después de que la Mesa admitiera a trámite ayer la propuesta de resolución de JxCat, ERC y la CUP para debatir sobre el derecho de autodeterminación, además de la reprobación de la monarquía española. “Si hay consecuencias desde un punto de vista judicial, y por tanto personal, de los miembros del Parlament y de su presidente, las asumiremos”, aventuró Torrent después de que los propios letrados de la Mesa le advirtieran de que este posicionamiento contradice los autos del TC.

Según el dirigente republicano, hay una mayoría del Parlament que comparte la necesidad de “plantarse ante los intentos de amordazar y de censurar” los debates que puedan producirse. “No permitiremos que la censura entre. Se sabe cuándo entra pero no cuándo se puede parar. Mientras tenga la responsabilidad de presidir esta Cámara, se hablará de todo lo que quieran los 135 diputados”, valoró Torrent, quien lanzó un aviso a Pedro Sánchez. “¿Seguirá persiguiendo los debates libres? ¿Aprovechará para sacar el conflicto político de los tribunales, para romper este círculo vicioso de represión y judicialización, y enmarcar el conflicto en el ámbito del debate y la resolución política?”, interpeló al presidente en funciones.

Quim Torra salió en defensa de los pasos dados en el Parlament y destacó la relevancia de que “el día en que el TC notifica que no puedes hablar de derecho a la autodeterminación, el Govern hable de ella y que haya resoluciones sabiendo que la Mesa está apercibida”. “Que nadie piense que prohibirá nunca a este país que se siga avanzando en la línea que la ciudadanía quiere. Llegaremos tan lejos como la ciudadanía quiera llegar. Siempre al lado de la defensa del derecho a la autodeterminación”, consideró el president. La resolución de los tres partidos independentistas rechaza la sentencia del procés y alude al derecho a la autodeterminación, un texto con el que echan un pulso al Constitucional aunque está redactado en unos términos que buscan evitar su impugnación. Tras los avisos del TC sobre el riesgo penal de incurrir en desobediencia si no se acata la suspensión de los acuerdos del Parlament sobre el derecho a la autodeterminación y la legitimidad de la desobediencia civil, JxCat, ERC y la CUP buscaron una fórmula matizada para referirse en su texto a la cuestión independentista.

En la propuesta se señala que la Cámara catalana “recuerda que ha aprobado decenas de resoluciones políticas sobre el derecho a la autodeterminación desde el año 1989 sin que esto haya sido objeto de persecución y censura por parte de las instituciones del Estado. Y se compromete a seguir haciéndolo si esta es la voluntad de los diputados y diputadas”. La propuesta reivindica el derecho a “poder debatir sobre todos los asuntos que interesan a la ciudadanía, incluidos el derecho a la autodeterminación, la monarquía o la soberanía”; continuar las acciones para garantizar “derechos humanos, civiles y políticos”, en especial los de manifestación, información y comunicación; reiterar el rechazo a la sentencia; congratularse por todas las manifestaciones pacíficas al respecto ; y “condenar todos los actos de violencia”, apoyando a todas las personas heridas.

Desde el unionismo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró que pedirán que se suspenda la votación de la resolución y su tramitación, por suponer una “desobediencia al TC”. El PSC reprochó a los soberanistas que “quieren aparentar lo que no es, una respuesta institucional a la sentencia que tampoco es tal”.