Bilbao - Una vez superada de forma satisfactoria la sesión de investidura, y ya como presidenta de Nafarroa, María Chivite fue ayer tajante al afirmar que “la gobernabilidad de Navarra depende de los 50 parlamentarios”. Con 23 escaños del medio centenar de la Cámara foral, la dirigente del PSN aseguró por tanto que no volcará sus esfuerzos negociadores en EH Bildu, partido que le prestó cinco abstenciones para ser investida, sino que mirará a todo el arco parlamentario. “La responsabilidad es de todos y de todas”, dijo, comenzando por los grupos que sustentan su gobierno -PSN, Geroa Bai y Podemos con el apoyo de I-E- y mirando también a la oposición de EH Bildu y la derecha, Navarra Suma -UPN, PP y Ciudadanos-.

Sus interlocutores “prioritarios” serán los socios del acuerdo programático, Geroa Bai, Podemos e I-E, y con el resto de fuerzas tendrán que “llegar a acuerdos”, explicó en una entrevista en la Ser. Puso como ejemplo la actitud del PSN en la pasada legislatura de votar “en función de cada iniciativa” y no “bloquear” por defecto al Gobierno. “Veremos qué es lo que nos encontramos por parte de esas fuerzas, si tienen disposición a bloquear o, en función de cada una de las iniciativas, valorarlas y apoyarlas”, señaló.

Respecto a EH Bildu, cuyo apoyo ha dado combustible a la derecha para criticar al PSOE, explicó que “forma parte de las instituciones y es la fuerza que más ayuntamientos tiene en Navarra”. Chivite negó, eso sí, que haya habido “ningún tipo de contraprestación” por la abstención abertzale que facilitó su investidura, un gesto que justificó en que esta formación “prefiere gobiernos de izquierdas a los de derechas”. “Con Arnaldo Otegi nunca he tenido contacto y no está en mis planes reunirme con él”, insistió.

Uso de las víctimas “La Cámara parlamentaria va a tener más protagonismo que nunca”, certificó Chivite respecto a la legislatura que ahora comienza debido a la necesidad de alcanzar acuerdos. “La mayoría de las leyes se pueden sacar con mayoría simple, pero otras con absoluta”, agregó, y a la pregunta de si piensa llamar primero a EH Bildu o a UPN, contestó que las primeras llamadas serán a “los socios de Gobierno”, aunque va a hablar con “todas las fuerzas políticas”. Criticó por último la “baja catadura moral” de la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, por “utilizar el mal y el dolor ajeno para hacer política”, en referencia a sus alusiones a las víctimas del terrorismo para criticar el nuevo gobierno navarro.