¿Sánchez e Iglesias van a llevar su pulso hasta el final o antes cederá alguno?

-En el Estado español se está viviendo un momento de regresión política con los movimientos de Vox y Ciudadanos y las ansías de recentralización. Hay cinco grandes formaciones políticas pero hay un gran peso de las formaciones independentistas y nacionalistas. Los cinco partidos mayoritarios no son capaces de ponerse de acuerdo. Falta cultura política para construir acuerdos y coaliciones. Eso aquí en Euskadi lo tenemos superado, como se ha visto durante décadas en las instituciones de la CAV y Nafarroa, donde todo el mundo entiende que los gobiernos de coalición son necesarios para llevar adelante gobiernos estables. Sánchez e Iglesias están en fase de teatralización pero si no hay investidura y se aboca a la repetición electoral sería un desastre.

¿Cree que se llegará a ese extremo?

-Todo apunta a ello.

¿Bildu tiene que respaldar a Sánchez o al menos abstenerse para facilitar su investidura?

-Estamos dispuestos a hablar de todo, de la agenda vasca, de los temas de interés a la ciudadanía? Esto no implica un cheque en blanco, pero tenemos claro que vamos a ser un freno a un gobierno de derechas. Es el momento de abordar políticas sociales firmes, de revertir las políticas de empleo, de recuperar políticas de innovación? No vamos a facilitar que haya gobiernos de derechas.

El PSOE no quiere sentarse a hablar con EH Bildu aunque, como en Nafarroa o en el Estado, necesita su apoyo.

-Hay mucha pose en todo esto. Las formaciones políticas hablan entre sí todos los días en las instituciones. Que el PSN navarro o Pedro Sánchez estén escenificando un aislamiento de EH Bildu en cualquier negociación es algo anacrónico que no se corresponde con la realidad social. Los gobiernos del cambio en los que hemos participado han sido gobiernos interesantes y tranquilos. El PSOE tendría que pensarlo si quiere coadyuvar o no a la normalización política plena. - H. U.