bilbao - Esquerra ofreció ayer a Ada Colau un pacto de gobierno “proporcional, legítimo y generoso” para el Ayuntamiento de Barcelona que estaría liderado por el republicano Ernest Maragall después de que este superara en la cita con las urnas del pasado 26-M a la alcaldesa en funciones en 4.800 votos. ERC se muestra optimista de cara a este acuerdo bilateral que excluye toda opción de sumar en esta ecuación a JxCat, ya que considera que es el único consenso posible desde el “punto de vista programático y de la coherencia”. Desde la formación independentista criticaron al PSC por negarse a entablar una reunión y catalogaron como “surrealista y contranatura” que Colau pudiera ser investida regidora con los apoyos de Manuel Valls y formando un tándem con los socialistas, que están encabezados por Jaume Collboni.

La “propuesta marco de negociación” presentada por los negociadores de ERC -el concejal electo Jordi Coronas y el presidente la federación de Barcelona del partido, Robert Fabregat- a los de Barcelona en Comú -con la teniente de alcalde de Urbanismo en funciones y número tres en la lista de Colau, Janet Sanz, al frente- contempla que las dos partes “asuman el compromiso conjunto para la acción institucional orientada a obtener la libertad de las presas y presos políticos, el retorno de las personas exiliadas y la celebración de un referéndum para que los catalanes puedan decidir sobre el futuro político de nuestro país”.

ERC expuso que su oferta sitúa en el centro las políticas de progreso, justicia social y lucha contra las desigualdades, además de un posicionamiento de Barcelona “en defensa de los derechos civiles y libertades”. “Los resultados nos dan la legitimidad por haber ganado en votos, y la proporcionalidad está basada en el empate a 10 concejales”, suscribió Coronas, quien admitió que desde Barcelona en Comú se insiste en un tripartito de izquierdas con el PSC, “algo que hoy por hoy no es posible, por las diferencias ideológicas y en cuestiones de progreso social” entre republicanos y socialistas. Además, “Collboni no quiere ni sentarse a hablar”, reprocharon los republicanos tras la segunda reunión con los comunes después del primer contacto mantenido el viernes.

De paso, desde ERC recordaron que en 2015 fueron presionados para evitar que Colau fuera alcaldesa, y que descartaron pactos con PP y Ciutadans. “ERC no lo hubiera hecho nunca, tuvimos opciones de hacer alcalde al convergente Xavier Trias. Pero ERC no hubiera aceptado los votos de PP y Ciutadans para echar a Colau, por eso entendemos que su posición será la misma cuando se habla ahora de los posibles apoyos de Valls”. “Ni se nos pasa por la cabeza la posibilidad de que Valls pueda condicionar no ya la investidura sino las necesidades urgentes que tenemos encima de la mesa para los próximos cuatro años en Barcelona”, recalcaron desde las filas independentistas lideradas por Maragall.

Aunque Ciudadanos se desmarcó de las intenciones de Valls de prestar sus votos a Colau para evitar que haya un alcalde independentista, el respaldo de los tres concejales independientes de esta lista -Celestino Corbacho, Eva Parera y el propio Valls- bastarían junto al respaldo socialista para otorgar nuevamente a Colau el bastón de mando.

réplica de torra Por su parte, preguntado por la propuesta de ERC a BComú, Quim Torra se limitó a señalar que “ante la operación de Estado contra los alcaldes independentistas, respuesta de país. Alcaldes y gobiernos independentistas”. “Eso va por todos. Por JxCat, por ERC y por la CUP”, zanjó el president. Asimismo, el cabeza de lista de JxCat, el alcaldable y preso preventivo por el 1-O, Joaquim Forn, exigió a Colau que “aclare” si apoyará que el candidato de ERC sea alcalde o si se propondrá para ser regidora con los votos de PSC y la marca de Valls que engloba a Ciudadanos. “Pasan los días y todos los partidos están aclarando posiciones, todos menos los comunes. Ahora Colau tiene dos opciones: o respeta la lista más votada y permite que Maragall sea alcalde, o se aferra a la silla y se hace investir alcaldesa con los votos de Valls y Ciudadanos. ¿Y bien?”, interpeló el exconseller de JxCat, partido al que los comunes descartaron de un pacto desde el primer minuto.

De hecho, que Barcelona tenga un alcalde independentista es una de las joyas de la corona que perseguía el mundo soberanista desde que se enfrascó en el procés. ERC se apuntaría además un tanto de cara a unas previsibles elecciones catalanas a corto plazo.