Bilbao - La situación de Catalunya volvió a aparecer en el Parlamento Vasco durante el pleno de control de ayer y esta vez desembocó en la cuestión de la mediación del lehendakari, Iñigo Urkullu. No fue mirando al pasado, a su papel en las semanas, días y horas previas a que el president Carles Puigdemont renunciará a convocar elecciones autonómicas en octubre de 2017 y se precipitara así el 155. Lo fue con vistas al futuro inmediato para que el jefe del Ejecutivo vasco afirmó estaría dispuesto a seguir ayudando para ofrecer una solución negociada.

En todo caso, el lehendakari precisó que su participación se produciría si se le requiere para ello y manteniendo la discreción. Urkullu respondió así en el pleno de control del Parlamento Vasco a una interpelación del parlamentario de EH Bildu y secretario general de Eusko Alkartsuna, Pello Urizar, sobre el conflicto catalán y la situación de los presos políticos independentistas. En su respuesta, recordó que desde el verano de 2017 ha trabajado en la búsqueda de una solución sobre Catalunya basada en el diálogo, la distensión, la negociación y el acuerdo dentro del ámbito de sus competencias.

Asimismo, Urkullu subrayó que seguirá tratando de “facilitar” una salida dialogada con “plena convicción” si se respetan dos condicionantes: “que mi participación sea requerida y que se mantenga la discreción que la solución a esta cuestión exige”. En este sentido explicó que su intención es “ayudar a buscar y ofrecer una solución negociada a la situación” y se comprometió a “seguir trabajando con ese convencimiento mientras dicha idea pueda ser útil o mientras se me requiera”, ha insistido.

El lehendakari manifestó que con la constitución del nuevo Gobierno español también se puede abrir una “nueva oportunidad” para desbloquear el conflicto catalán. “Ambas partes deben trabajar a favor de una solución. Hace falta madurez para ceder y flexibilidad para alcanzar acuerdos”, remarcó.

En relación a Euskadi Urkullu ha dejado claro que se va a concentrar en hacer que la “vía vasca” funcione pero con “realismo, sin fantasías y sin falsas expectativas”. Un modelo vasco, recordó, basado en la bilateralidad con el Estado no exento de “dificultades y obstáculos y que va a necesitar de perseverancia”.

Presos soberanistas Durante su intervención ante el pleno del Parlamento, Urkullu también reiteró que la judicialización del conflicto catalán y la prisión y tipos penales impuestos a los políticos catalanes son “desmesurados” y consideró una “anomalía” que no puedan ejercer sus cargos como diputados y senadores tras ser elegidos para ello.

Por su parte, Pello Urizar aseguró que el “juicio político” contra los políticos catalanes no solo es un “ataque” contra Catalunya sino un “aviso claro para quienes tienen naciones propias” con el fin de hacerles saber que hay que aceptar “el marco español impuesto”. El parlamentario de EH Bildu reclamó a Urkullu un papel más activo porque para el Estado español “solo hay una nación, la española”. - H. U.