Fiscalía pide tres años de cárcel para el exlíder de Manos Limpias

Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía ambos, “puestos de común acuerdo y guiados por un ánimo ilícito de lucro”, efectuaron entre los días 18 de enero y 22 de marzo de 2011 varios reintegros por un importe total de 115.000 euros de una cuenta en la que estaban autorizados y cuya titularidad era del Colectivo de Funcionarios Manos Limpias. Concreta que Bernad efectuó entre las fechas del 1 de febrero y el 9 de marzo tres reintegros, de 400, 50.000 y 53.100 euros, y López Negrete otros cinco entre el 18 de enero y el 23 de marzo, tres de ellos por valor de 2.500 euros, uno de 3.000 y otro de 1.000 euros.

Según la Fiscalía, los acusados aprovecharon la circunstancia de ser autorizados en la cuenta bancaria de Manos Limpias para apoderarse e incorporar a su propio patrimonio de forma ilícita las cantidades de dinero citadas que afectados del caso Afinsa habían ingresado. “Los acusados extrajeron el dinero de las cuentas de Manos Limpias impidiendo que se destinara a los fines del colectivo”, concluye el Ministerio Fiscal.

Miguel Bernad y Virginia López Negrete serán juzgados el próximo 23 de septiembre en la Audiencia Nacional en otra causa, seguida contra ambos, contra el presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda y contra otras siete personas. En este otro caso se les acusa de integrar una trama de extorsión para retirar acusaciones, como la dirigida contra la infanta Cristina en el caso Nóos -en cuyo juicio López Negrete era la abogada de Manos Limpias-, y presionar a bancos. Por este procedimiento la Fiscalía solicita 118 años y cinco meses de prisión para Luis Pineda, casi 25 años para Miguel Bernad y cerca de 12 para Virginia López Negrete.

22 meses para la abogada López Negrete, para quien la Fiscalía pide un año y diez meses de prisión, era una discreta letrada de recursos de multas cuando su entonces pareja le presentó a Miguel Bernad para que colaborara con él en Manos Limpias. De primeras no le pareció buena idea, pero pronto vio que el pseudosindicato ultraderechista le podía reportar dos cosas con las que sueña: la fama y el dinero. Se ganó el favor de Bernad tirando de sus habilidades sociales y logró que el líder de Manos Limpias rompiera con todo su entorno, que no veía con buenos ojos el ascenso en la organización de la abogada. Ejerciendo la portavocía de Manos Limpias y luego la dirección jurídica se hizo habitual de los platós de televisión. Ambos convirtieron Manos Limpias en un negocio muy lucrativo. Además, la relación de la abogada con Hacienda era más que laxa, exigiendo habitualmente los pagos en negro, motivo por el que tiene varias denuncias e inspecciones. - Efe / DEIA