bilbao - Los gobiernos vasco y español han llegado al plazo límite para acordar las cuatro transferencias prometidas con el agua al cuello. Al menos al cierre de esta edición, se mantenían las dificultades con el Ministerio de Hacienda para cerrar la valoración económica en algunas materias, faltaban datos en otras, y la campaña electoral arranca hoy a la noche y a partir de ahí será extremadamente complicado acordar nada. El Gobierno vasco tuvo que seguir apretando a Madrid y se demostró otra vez que en este asunto la voluntad de los gobiernos españoles flaquea sin un marcaje estrecho. El lehendakari volvió a implicarse ayer enviando un correo electrónico a Sánchez para que cumpla. El Gobierno español anunció públicamente hace unos días a través de una nota de prensa que la Comisión Mixta se iba a convocar esta semana, un dato que añade presión a Sánchez porque no convocarla supondría desdecirse de lo anunciado por su equipo no ya en privado, sino a los ojos de todos con una nota de prensa después de que el PNV le diera su apoyo para salvar el decreto de alquiler. Su palabra le compromete. El Gobierno vasco confía en que se produzca el acuerdo, aunque no oculta una punzada de preocupación porque el tiempo apremia. La sirena sonará a la medianoche, aunque en la práctica el tiempo se agotará antes porque los actos de campaña arrancan a primera hora de la noche.

Las dos partes mantuvieron ayer contactos frenéticos tras saldarse con avances pero sin acuerdo la reunión de tres horas mantenida a la mañana por videoconferencia entre los equipos técnicos. El objetivo es poder convocar hoy la Comisión Mixta de Transferencias, aunque sea por vía telemática, para cerrar antes de que arranque la campaña de las generales los cuatro traspasos, entre los que se encuentra la autopista AP-68. Si el pacto no se firma antes de que arranque la campaña, será prácticamente imposible que los traspasos lleguen en pleno fragor electoral.

El consejero Erkoreka canceló ayer su agenda para volcarse en los contactos y los teléfonos echaban humo para salvar la situación, que tiene implicaciones serias en puertas de la campaña electoral para el PNV, que pone en valor su capacidad de influencia en Madrid, y para los propios socialistas vascos. Sánchez, por el contrario, podría estar valorando la factura que le puede pasar a nivel estatal el acuerdo de los traspasos en un momento en que la derecha española critica sus acuerdos con el nacionalismo vasco y catalán. Nadie ha realizado oficialmente esta lectura, y se atribuye el bloqueo a problemas con la burocracia de Hacienda.

Esta forma de apurar los plazos para negociar los traspasos está generando una situación muy crítica para todas las partes. A nadie se le escapa el impacto que tendría empezar la campaña hoy con un incumplimiento sobre la mesa, justo cuando el PNV pretende poner en valor su influencia en Madrid y cuando EH Bildu quiere disputarle esa plaza. Tampoco le haría ningún favor al propio Sánchez, que dejaría muy comprometida la relación con unos jeltzales a los que podría volver a necesitar tras las elecciones del día 28. Los socialistas vascos recibirían un varapalo considerable, porque sus compañeros de Madrid habrían faltado a su palabra y no podrían presentar un bagaje relacionado con el cumplimiento del Estatuto por parte de un gobierno socialista en estas elecciones generales.

El consejero de Autogobierno, Josu Erkoreka, canceló su agenda para participar en las negociaciones y no acudió a la gala de la Asociación del Parkinson de Bizkaia prevista para las 18.00 horas en el Palacio Euskalduna. Se negocia el traspaso de la autopista vascoaragonesa AP-68, ayudas a jubilados afectados por ERE, ejecución de la legislación sobre productos farmacéuticos y seguro escolar.

La reunión celebrada ayer a la mañana se levantó sin acuerdo. En ella habían participado diez directores y viceconsejeros vascos de los cinco departamentos envueltos en la negociación (Autogobierno, Desarrollo Económico, Hacienda, Salud y Trabajo). Sin embargo, no quedó cancelada la posibilidad de reunir hoy la Comisión Mixta para cerrar las competencias. En cuanto se cierre el acuerdo, se convocará.