bilbao - El PNV asume, al igual que la izquierda abertzale, que exigir un referéndum de independencia al próximo presidente español que surja de las elecciones generales es una condición de máximos que lleva al bloqueo, y no pondrá ahí el acento, pero sí exigirá que se cumpla el Estatuto de Gernika con el traspaso de las competencias que prevé, y que se abra un diálogo ambicioso para ampliar el autogobierno con un nuevo estatus.

Este planteamiento salió a colación ayer en la rueda de prensa de Andoni Ortuzar tras la presentación del acuerdo poselectoral con el PDeCAT para las elecciones europeas. Al presidente jeltzale se le preguntó si el “no es no” que ha lanzado Sánchez en contra del referéndum en un recado a los catalanes impide también el respaldo del PNV en una eventual investidura. Ortuzar fue muy gráfico y asumió con normalidad que “el cura no sea muy partidario del pecado”, y que un presidente español no sea muy amigo de la autodeterminación de las naciones que cobija el Estado que dirige. Recordó que tampoco EH Bildu lo pone como condición, pero avisó de que pondrá en la balanza los “sí es sí” que dé Sánchez al Estatuto y a la negociación sobre la ampliación del autogobierno.

El referéndum de independencia es una reivindicación histórica del nacionalismo vasco y está en sus genes, pero se percibe como una condición maximalista para una investidura que puede llevar al bloqueo y a cerrar la puerta a una legislatura de influencia y acuerdos fructíferos en otros ámbitos. El planteamiento de los nacionalistas vascos es cerrar la puerta a la derecha española y parecen más proclives a respaldar al socialista Sánchez, pero necesitan una percha que lo justifique. Ortuzar avisó de que será exigente a la hora de pedir un diálogo ambicioso sobre el modelo de Estado y el estatus, donde las posiciones están ahora mismo muy alejadas con el PSE, que pone como condición previa una reforma constitucional para poder blindar el autogobierno.

valorar los ‘síes’ Ortuzar reconoció ayer que el PSOE defendía el derecho a decidir en 1978, pero que “se ha movido” y ve “normal” que un presidente no acepte un referéndum de independencia. “¿Es un obstáculo para nosotros?”, se preguntó a sí mismo Ortuzar, para responderse después con tono socarrón que “si no lo va a ser para Otegi, tampoco para nosotros”.

“Estamos hablando de poner en marcha una nueva legislatura, de ver que aritmética hay, de ver para qué queremos aprovechar estos cuatro años, y ahí sí vamos a ser mucho más exigentes. No va a ser tan fácil liquidar la relación con un no es no. Queremos ver un sí es sí a cerrar el Estatuto, y a abrir un proceso de diálogo con las instituciones legítimas vascas si somos capaces de alumbrar un nuevo estatus para el futuro, un sí es sí para que haya una refundación del Estado español con un nuevo modelo territorial habida cuenta de que el actual está en crisis y superado por los acontecimientos”, detalló. “A partir de cuantos síes consigamos, tomaremos una decisión u otra”, sentenció.

En el caso de los nacionalistas catalanes, sí están condicionando la investidura a un referéndum de independencia. Esta misma exigencia fue la que hizo naufragar la negociación presupuestaria con Sánchez. Portavoces del Gobierno español como Isabel Celaá han avisado estos días de que ese asunto es una línea roja y no se va a negociar a cambio de la investidura. El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, fue preguntado sobre este asunto en la rueda de prensa celebrada ayer en Sabin Etxea para presentar el acuerdo con el PNV, pero no dijo nada concluyente, aunque sí avisó de que no tienen por qué renunciar a sus planteamientos, y cree que las palabras del Gobierno español hay que encuadrarlas en un clima de precampaña electoral. “Que diga que no habrá independencia un partido que no la defiende, lo enmarco dentro de la campaña”, recalcó.

programa de geroa bai Por otro lado, Geroa Bai presentó ayer su programa electoral para las generales, que se articula en torno a tres principios: combatir la recentralización, defender el autogobierno navarro y el Estado de bienestar, y poner en valor la democracia frente a la deriva autoritaria, según expusieron el cabeza de lista Koldo Martínez y su número dos, el filósofo Daniel Innerarity.

El lema de su campaña pasa por avisar de que “Navarra no se toca”, y volverán a exigir que se cumpla de manera íntegra lo previsto en la Lorafna en materia de competencias. En el plano económico y social, pedirán que se revierta el cambio que se produjo en plena crisis económica en el artículo 135 de la Constitución española, en lo referido a las reglas de déficit de las comunidades autónomas y las entidades locales. También reclaman la derogación de la Ley Mordaza y la prisión permanente revisable, en el campo de las libertades sociales. En ese punto, Geroa Bai remarca su perfil progresista.