- Marruecos se mantiene en calma después de las acusaciones de Argelia de matar a tres camioneros argelinos en un supuesto ataque aéreo en el Sahara Occidental, a la espera del discurso del rey Mohamed VI hoy con motivo del aniversario de la Marcha Verde. El Gobierno de Argelia envió el jueves una carta a la ONU en la que acusa a su vecino del oeste de la muerte de tres civiles argelinos en un supuesto bombardeo marroquí contra un convoy comercial en el Sahara Occidental, un incidente que consideró como “acto de terrorismo injustificado”.

Hasta ahora Marruecos se mantiene en su estrategia de silencio en la gestión de su tensión con Argelia y no ha reaccionado de forma oficial a la última acusación de su vecino.

El único comentario indirecto difundido por ahora fue del portavoz del Gobierno, Mustafa Baytas, quien -preguntado por los periodistas sobre la última escalada- se limitó a decir que su país en su política exterior permanecerá apegado a “los principios de la buena vecindad con todos” sin citar a Argelia.

En el mismo sentido, la prensa marroquí minimizó la trascendencia de este incidente publicando análisis en los que consideró las últimas acusaciones como “una nueva propaganda argelina para incitar las hostilidades”. “Marruecos está tranquilo y sin nervios”, dijo a Efe Moussaoui Ajlaoui, experto marroquí en el Centro de Estudios para África.

Para este analista, Rabat buscará más apoyo internacional a su tesis sobre el Sahara ejerciendo presión sobre Europa, concretamente España y Alemania, para convencerles de la opción de la autonomía como solución al conflicto.

En cuanto a la actual tensión bilateral, Ajlaoui explicó que las relaciones entre Marruecos y Argelia empezaron a degradarse desde diciembre de 2019 con la llegada de Abdelmajid Tebboune a la presidencia, que según él, pretende “azuzar la hostilidad con Rabat para reforzar su legitimidad a nivel interno”.

Ajlaoui cree que con el incidente de los camioneros Argelia quiere presionar a la ONU. “Argelia quiere cambiar las referencias del conflicto del Sahara. Con su última escalada quiere decir al Consejo de Seguridad que su última resolución no ha hecho más que degradar la situación militar y de seguridad en la zona”, analizó. También con su actitud, añadía Ajlaoui, Argel quiere presionar también a Mauritania para evitar cualquier futuro entendimiento entre Rabat y Nuakchot.

Sin embargo, Ajlaoui descartó que la actual tensión entre ambos países degenere en una guerra, aunque sí existe la hipótesis de “posibles escaramuzas fronterizas”.