El presidente sirio, Bachar al Asad, tomó hoy posesión de su cargo en una ceremonia en el Palacio Presidencial e inicia su cuarta legislatura consecutiva de siete años tras arrasar en las polémicas elecciones del 26 de mayo.

"En base a los artículos 7 y 90 de la Constitución de la República Árabe Siria (...) Tengo el honor de invitar al presidente Bachar al Asad a prestar su juramento constitucional", anunció el presidente del Parlamento, Hamuda al Sabag desde el palacio ubicado en Damasco.

Al Asad fue recibido con honores militares y protagonizó un ceremonioso paseo a través de orquestas y armas en alto hasta la sala donde le esperaban centenares de miembros de su Gobierno, parlamentarios, representantes de la sociedad civil y altos mandos castrenses.

El presidente sirio ha sido reelegido para un mandato de siete años, en un momento en que el país sufre una grave crisis económica y las fuerzas gubernamentales controlan la mayor parte el territorio.

Durante su intervención en el acto, Al Asad ha aplaudido la "conciencia y el patriotismo" del pueblo sirio frente a los intereses de los "colonizadores".

Al Asad ganó las elecciones presidenciales con el 95,1% de los votos frente a una oposición inexistente y sin el reconocimiento de gran parte de la comunidad internacional.

De hecho, la Unión Europea anunció en las elecciones que prolongará durante un año más sus sanciones contra Siria, después de asegurar también que dichos comicios "no cumplen ninguno de los criterios de una votación verdaderamente democrática" y por tanto, "no contribuyen a solucionar el conflicto".

Al Assd, durante su discurso de investidura, ha asegurado que "el pueblo sirio demostró con su conciencia y patriotismo, que los pueblos no pierden la determinación de defender sus derechos, sean cuales sean los planes de los colonizadores, y que fracasaron gracias a la unidad del pueblo".

"La conciencia popular es nuestra fortaleza y es el estándar por el cual medimos nuestra capacidad para desafiar las dificultades y distinguir entre la traición y el patriotismo, y entre la revolución y el terrorismo", ha añadido, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias SANA.

Alrededor de 500.000 personas han muerto a causa de los más de diez años de guerra en Siria, según el último balance facilitado en junio por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una cifra que incluye más de 100.000 víctimas mortales más que el publicado en marzo de este año.

El organismo, con sede en Londres e informantes en el país, ha señalado que ha podido documentar la muerte de 494.438 personas, entre ellas cerca de 160.000 civiles, si bien ha agregado que la cifra de víctimas mortales a causa del conflicto superaría las 600.000.