MADRID. La sombra de una década de temperaturas récord planeó ayer martes sobre la COP25 del clima, en una jornada en la que las ciudades reivindicaron su papel fundamental para atajar la crisis climática, la Organización Mundial de la Salud advertía de la falta de fondos en los países para afrontar los riesgos sanitarios del cambio global y el alcalde de Madrid fue interpelado por un líder indígena por sus afirmaciones sobre la Amazonía. Dificultad de acceso al agua potable o aumento de las enfermedades son solo dos de los múltiples impactos que ya se sienten y que ayer marcaron la segunda jornada de la cumbre del clima, hasta la que llegó el eco del desembarco en Lisboa de la joven activista ambiental Greta Thunberg. Tras el impulso de los dirigentes políticos en la inauguración de ayer, los grupos negociadores empezaron a avanzan sobre los complejos documentos de la COP para aumentar la ambición climática y, en paralelo foros, expertos e informes advierten sobre la “urgencia de actuar”.

Así 2019 cerrará una década con niveles récord de temperaturas y será, al menos, el segundo o tercero más caluroso desde que existen registros, exponía en la zona azul -donde se desarrollan las negociaciones- el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.

Los esfuerzos para proteger el clima son aún insuficientes, apuntaba Petteri, quien desgranaba un negro panorama: se está derritiendo cada vez más el hielo de los polos, están aumentando las olas de calor y su intensidad, las inundaciones, los grandes incendios, las tormentas y los fenómenos meteorológicos extremos debido a los gases de efecto invernadero a causa de la actividad humana.

En paralelo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba de la falta de planes de adaptación y vulnerabilidad sobre la salud, pese a que más de cien países han desarrollado planes de salud relacionados con este problema creciente.

El 3% para una ‘prioridad’ Lo explicaban la directora del Departamento de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, el doctor Diarmid Campbell-Lendrum, director de Cambio Climático en la organización, y Jess Beagley de la revista especializada Lancet Countdown. Neira expresó la preocupación de la OMS ante los resultados del estudio realizado, en el que se ha detectado que de los 101 países estudiados, “casi todos señalan la salud como una prioridad”, sin embargo, a la hora de canalizar los fondos para paliar la crisis del cambio climático, solo el 3% están destinando cantidades a ese fin. Y frente a estos problemas, las ciudades, a las que ayer se dedicaba la Cumbre y que son responsables de un 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, reivindicaron su “papel medular” en la mitigación de los impactos del cambio climático, por lo que no se puede hacer de la lucha por la sostenibilidad una confrontación de ideologías, sino que debe ser “un pacto político para que las ciudades sean el escenario de una transición justa”.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, defendió que para lograr un impacto global “hay que actuar desde lo local” para lo que es necesario no solo un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural, ya que “uno puede tener muchas diferencias -políticas, religiosas- pero hay algo que todos tenemos en común: el aire que respiramos” .