CIUDAD DE MÉXICO. Miles de mujeres pidieron justicia en una concentración en Ciudad de México por los recientes casos de violaciones por parte de policías capitalinos y causaron múltiples destrozos en una estación de transporte público y en mobiliario urbano de la capital mexicana.

La concentración, que tuvo lugar el viernes en la céntrica Glorieta de Insurgentes, se inició de manera pacífica alrededor de media tarde, cuando diferentes contingentes feministas leyeron manifiestos, mostraron grandes pancartas y danzaron en un círculo en contra de la violencia machista.

Algunas prendieron pequeñas hogueras con sujetadores y otras hicieron pintadas en estatuas y suelos con lemas como “No olvidamos ni perdonamos”. “Todas las ciudadanas vivimos en constante peligro, las autoridades nos causan el mismo temor que la delincuencia organizada y estamos aterradas de vivir en este país”, incluyó en un manifiesto una de las agrupaciones participantes en la movilización.

Los momentos de máxima tensión llegaron después de que las manifestantes decidieran salir de la plaza peatonal y marchar alrededor gritando consignas como “abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va vencer”. Fue entonces cuando algunas de ellas arremetieron contra los cristales de la estación de transporte público, rompiendo también máquinas expendedoras de billetes de metro y carteles publicitarios. Algunos de los contingentes también prendieron hogueras donde echaron los restos de los destrozos.

En esos momentos se produjeron enfrentamientos con periodistas que grababan la escena y cuya presencia no agradó a las manifestantes, que intentaron echarlos del lugar.

El ambiente de la manifestación se fue caldeando desde el lunes pasado, cuando unas 300 mujeres protestaron para exigir justicia por los casos de abuso sexual por parte de policías, bajo la etiqueta #NoNosCuidanNosViolan. Los días 10 de julio, 3 y 8 de agosto trascendieron tres casos de violación de mujeres, una de ellas menor de edad, por parte de agentes de policía de Ciudad de México.

La marcha del lunes terminó en la sede de la Fiscalía capitalina, donde las manifestantes rompieron un cristal, realizaron pintadas y arrojaron purpurina rosa sobre el titular de la Secretaría (ministerio) de Seguridad Pública, Jesús Orta, cuando este salió a dialogar con las manifestantes.