ROMA. La ONG española Open Arms sigue, y seguirá, salvando vidas en el mar hasta que la Unión Europea (UE) ofrezca vías seguras para los migrantes que huyen de sus países. Así lo aseguró ayer en la isla italiana de Lampedusa el fundador de la ONG Óscar Camps, quien pidió un puerto seguro para desembarcar a las 160 personas que están a bordo de su barco, después de que en la madrugada de ayer su barco rescatase a otros 39 migrantes en el Mediterráneo.

“Las organizaciones humanitarias que estamos en el mar resistiremos y ningún decreto, ni multa, ni código de conducta (en referencia al código de conducta que impuso el Gobierno italiano a las ONG en un intento de frenar su actividad), ni político evitará que protejamos las vidas humanas en el mar”, dijo Camps en una rueda de prensa en la que participó el actor estadounidense Richard Gere.

El barco de Open Arms lleva ya nueve días en aguas internacionales, frente a Lampedusa, a la espera de que les permitan llevar a tierra a los migrantes socorridos en los últimos días en el mar, cuando navegaban en situación de dificultad.

En total son 160 migrantes, entre los que hay al menos cuatro menores y tres mujeres embarazadas. Han sido socorridos por la organización española en tres operaciones distintas.

Esta situación se une a la del buque Ocean Viking, que ayer efectuó su segundo rescate en 24 horas al atender a otras cerca de 80 personas en el Mediterráneo central, indicaron las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterráneo. Este rescate tuvo lugar en aguas internacionales frente a la costa libia, informa Efe. El viernes, el Ocean Viking había rescatado a otras 85 personas en esa misma zona y anunciado que iba a permanecer varios días por allí para ayudar a cualquier otra embarcación que pudiera encontrarse en peligro.

El fundador de Open Armas, Óscar Camps, insistió durante su comparecencia de ayer en que “esta Europa desmemoriada no permite que estas personas, cuyas vidas corren peligro, puedan utilizar vías seguras (para llegar al continente)”. “Si no tienen vías seguras lo que está haciendo Europa es entregar todas esas vidas al crimen organizado, cuando simplemente podrían utilizar un derecho que tienen”, añadió en responsable de la organización humanitaria.

Cargó contra los gobiernos europeos por no ofrecer una solución y lamentó que “muchos políticos, si pudieran, cambiarían el Derecho Marítimo, el Derecho Internacional, en su beneficio político y económico”. “Pero como no lo pueden hacer -prosiguió- se inventan códigos de conducta, decretos, y utilizan toda la maquinaria administrativa posible para dificultar que los auténticos activistas hagan cumplir el Derecho Internacional”.

Camps pidió no discriminar a estas personas por no ser europeos y que los políticos usen “el lenguaje adecuado” para que no llamen a estas personas inmigrantes antes de llegar a las costas europeas.

“Se está generando una corriente de opinión muy tendenciosa. En aguas internacionales no hay inmigrantes, las aguas internacionales son de todos, el Derecho Marítimo Internacional no contempla inmigrantes en peligro, sino vidas en peligro”, expuso.

En esa línea se mostró el presidente de Open Arms Italia, Riccardo Gatti, quien criticó la “falta de actuación de la Unión Europea” y dijo que si estas personas, en vez de ser “negras y pobres” fueran turistas salvadas de un crucero ya habrían sido desembarcadas.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, exigió al “resto de Estados, gobiernos, personas físicas y jurídicas no poner en riesgo la vida de nadie” y ofrecer Malta solo para el desembarco de los 39 recién rescatados.

Calvo reclamó asimismo a “todos los demás” la responsabilidad que España tiene. “Lo hacemos con las leyes en la mano. El puerto seguro es el más cercano (...) Somos el país europeo que hace en este momento el mayor esfuerzo en cumplir la norma, asegurar fronteras y rescate humanitario”, afirmó la vicepresidenta.