México - Un año después de su triunfo electoral, el éxito o fracaso del todavía popular presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (apodado AMLO en México), no se puede evaluar todavía por los resultados de su gobierno, pero sí por su gestión de los desafíos afrontados en sus primeros meses en el poder, como la acuciante inseguridad.

“No está en su mejor momento, pero todavía tiene mucha popularidad”, asegura el analista Roy Campos sobre la gestión de López Obrador, la cual se inició el 1 de diciembre de 2018 y terminará oficialmente el 30 de septiembre del 2024.

Según la encuestadora Consulta Mitofsky, la popularidad del mandatario está en el 61,3% a finales de junio, un nivel muy saludable y en el que se mantiene desde hace semanas.

López Obrador, de 65 años de edad, obtuvo un amplio triunfo en la elección presidencial del 1 de julio de 2018, con 30 millones de votos -el 53%-, soportado, además, por una amplia mayoría de su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso de la Unión.

En estos siete meses, la gestión de López Obrador -que se ha centrado mucho en asuntos nacionales- ha estado marcada por acciones como el combate al huachicoleo -robo de combustible-, la cancelación de las obras del aeropuerto en Texcoco y la construcción de otro nuevo en la base militar de Santa Lucía, o el anuncio de construcción de una refinería y del Tren Maya. El mayor de los éxitos de su Gobierno sería la guerra frontal contra el robo de combustibles a Pemex, que causaba pérdidas de 65.000 millones de pesos (3.421 millones de dólares) a la compañía estatal. Con una crisis de abasto que no mermó sus niveles de popularidad y que ya fue superada, el robo de combustibles en el país ha caído en un 95%, según las cifras de la propia Presidencia.También ha ocupado buena parte de su labor el rescate financiero de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y la creación de la Guardia Nacional para combatir la inseguridad desbordada, un cuerpo policial-militar que ha recibido fuertes críticas.

herencia El coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente considera que la gestión de López Obrador puede valorarse a partir de las situaciones que heredó de otros gobiernos, de la inexperiencia-ineficacia de sus funcionarios y del propio liderazgo presidencial. “Son herencia de gobiernos previos la escalada de violencia (...), que ha derivado en una inercia en la espiral de violencia, o la corrupción, que dejó una inercia de prácticas difíciles de desterrar”, comenta.

Pero en estos siete meses también se ha visto la “ineficacia” del actual Gobierno, que tiene que ver con la mala selección de perfiles de funcionarios inexpertos o que no han sabido familiarizarse con la gestión pública, explicó. El experto de la UNAM señala como un rasgo del Gobierno “el propio liderazgo presidencial” y la obstinación de López Obrador con proyectos y decisiones que generan dudas en el ámbito nacional e internacional, como la construcción de la refinería de Dos Bocas.

Recibió al pais con altos niveles de inseguridad, con 33.369 asesinatos en 2018. Para combatirla, ya que continúa imparable, fue creada la Guardia Nacional, que entró ayer oficialmente en funciones. No obstante, este órgano entró en operación en las últimas semanas para hacer frente a un nuevo e importante desafío que ha debido afrontar el mandatario: el choque diplomático con Estados Unidos por la crisis migratoria.

En la frontera sur y norte se están desplegando más de 20.000 efectivos, entre miembros de la Guardia Nacional y militares, para frenar a los migrantes y así cumplir con el pacto establecido con el presidente de EE.UU., Donald Trump, a cambio de que no imponga al país aranceles a sus productos.

Un 63% de los mexicanos están de acuerdo con cerrar las fronteras a los migrantes, pero solo el 16 % cree que la negociación con Estados Unidos fue un éxito, según una encuesta divulgada por el diario El Financiero el 20 de junio.