Bruselas - La Comisión Europea (CE) propuso ayer a los Estados miembro abrir el procedimiento de déficit excesivo a Italia por no haber reducido lo suficiente su deuda pública, que en 2018 llegó al 132,2% del Producto Interior Bruto. Si los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) dan luz verde a esa medida, Roma podría tener que aplicar ajustes y hacer frente, en última instancia, a sanciones de alrededor de 3.500 millones de euros, equivalente al 0,2% del PIB italiano.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento fija que los países de la UE no deben tener un déficit público que supere el 3% del PIB ni una deuda pública que sobrepase el 60% del Producto Interior Bruto. En el caso de la deuda, se incumplen las normas comunitarias si, además de rebasar el umbral del 60%, no se reduce “a un ritmo satisfactorio”. En esos casos, los países se arriesgan a quedar inmersos en un procedimiento por déficit excesivo.

Es lo que sucede con Italia, cuya deuda pública fue del 132,2% del PIB en 2018 y que según las últimas previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea crecerá hasta el 133,7% del PIB este año y al 135,2% en 2020. Así, Bruselas consideró ayer “justificado” abrir a Roma un procedimiento por déficit excesivo, pese a que el Gobierno del país transalpino es más optimista y pronostica que la deuda seguirá subiendo hasta el 132,6% del PIB en 2019, para luego bajar al 131,3% en 2020; al 130,2% en 2021 y al 128,9% en 2022.

“En el caso de Italia, el análisis sugiere que se debería considerar que se incumple el criterio de la deuda y que, por lo tanto, un procedimiento de déficit excesivo por la deuda está justificado”, indicó la CE. Después de que la Comisión haya plasmado en un informe que Italia incumple el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y haya abogado por la apertura del procedimiento de déficit, el Comité Económico y Financiero -un cuerpo técnico que representa a los ministros de Economía y Finanzas de los Veintiocho- tendrá dos semanas para emitir su opinión sobre las conclusiones del Ejecutivo comunitario.

Si ese órgano apoya el veredicto de la Comisión, la CE deberá enviar un dictamen a Italia en el que comunique la existencia de la infracción e informar a los ministros de Finanzas de los Veintiocho. En cualquier caso, serán los ministros económicos quienes tomen la decisión final de abrir el procedimiento, previsiblemente en su reunión de julio.

Un paso hacia la sanción “Quiero que las cosas queden claras. No estamos abriendo hoy -por ayer- un procedimiento por déficit excesivo debido a la deuda. Es solo, pero ya es, un primer paso que podría conducir a ello”, declaró en una rueda de prensa el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

El vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, recalcó que las políticas de Italia están perjudicando la economía del país e hizo referencia al bajo crecimiento del PIB, que según el Ejecutivo comunitario será solo del 0,1% este año. El político letón aseguró que desde Bruselas esperan un aumento de la deuda este año y el siguiente por la brecha entre los tipos de interés y el crecimiento, por un superávit primario decreciente y por privatizaciones fallidas.

El miércoles de la semana pasada, la Comisión Europea ya envió una carta a Roma en la que pedía explicaciones por no haber realizado “los esfuerzos suficientes” para reducir la deuda pública. En su respuesta, el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, apuntaba que en 2018, aunque Italia no hubiera logrado reducir su deuda, el Gobierno “había actuado con prudencia y responsabilidad”. Reconocía también “la necesidad de conseguir un saldo primario más elevado para devolver la deuda pública a una trayectoria claramente descendente”, pero pedía tiempo dado el contexto macroeconómico. Sin embargo, esas explicaciones no han sido suficientes para la Comisión Europea.

El procedimiento por déficit excesivo para Italia ya estuvo a punto de ponerse en marcha a finales del año pasado, cuando Roma quiso elevar el déficit público para 2019 hasta el 2,4% del PIB. No obstante, tras unas intensas negociaciones con Bruselas, Roma aceptó rebajar el objetivo de déficit al 2,04 % y de ese modo evitó la apertura del procedimiento. En cualquier caso, Moscovici no lamentó ayer que el procedimiento no quedara abierto en 2018.

Preguntado por si el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se podría reformar, como ha exigido el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, Dombrovskis se opuso y apuntó que lo que sucede en un Estado miembro afecta a los demás.

La otra cara de la moneda En contraposición a esta situación, la Comisión Europea propuso ayer cerrar el procedimiento por déficit excesivo abierto a España hace una década después de que el desvío se situase en el 2,5% del PIB en 2018, pero advirtió de que podría desviarse del ajuste estructural que aún debe acometer este año y el próximo. Si los Estados miembros de la Unión Europea dan luz verde, España saldrá del proceso por el que Bruselas ha exigido desde 2009 importantes ajustes para situar por debajo del umbral del 3% del PIB el desvío presupuestario, que llegó a alcanzar el 11% en el punto álgido de la crisis. - Efe