Los líderes conservadores se enfrentan por el tipo de Brexit que harían mientras comienza la carrera por la sucesión de Theresa May en el número 10 de Downing Street.

En el caso del diputado conservador Rory Stewart, dejó claro que no serviría en un gobierno liderado por el exministro de Asuntos Exteriores y alcalde de Londres, Boris Johnson, debido a su respaldo a una salida de la UE sin acuerdo.

“Boris tiene muchas, muchas cualidades, pero hablé con él hace unos días y pensé que me había dicho que no iba a salir de la nada. Ahora ha salido y dijo que va a hacer algo que creo que no se puede entregar, que es innecesario y que va a dañar nuestro país y nuestra economía”.

En esa línea, Stewart pidió a los políticos que dijeran la verdad sobre el lugar donde se encontraban con el Brexit y sugirió, por esa razón, que no podía servir en un gabinete bajo Johnson.

Para el euroescéptico y exalcalde de Londres, el que sea finalmente elegido nuevo primer ministro británico tendrá la oportunidad de hacer las cosas de manera diferente” y apuntó a que Londres saldrá de la UE el 31 de octubre, con acuerdo o sin él, y apuntando a que la forma de obtener un buen acuerdo “es prepararse para que no lo haya”.

Mientras, los resultados del partido Brexit de Nigel Farage en las elecciones europeas tiene todas las posibilidades de ejercer una intensa presión a favor de un Brexit duro, cuando se conozcan los resultados de las elecciones europeas esta misma noche.

Los responsables de los partidos británicos esperan que se elija a un nuevo líder para fines de julio, tras confirmar May el viernes que renunciará como líder del partido el 7 de junio, pero continuará como primera ministra mientras se lleva a cabo la elección de un nuevo líder.

El ya expresidente del Comité 1922, que agrupa a los diputados conservadores sin cargo en el Gobierno, Sir Graham Brady, explicó que el proceso para elegir un nuevo líder debe comenzar la semana después de que May se retire.

Se cree que más de una docena de conservadores de alto nivel están considerando seriamente la posibilidad de postularse, incluido Sir Graham, quien dimitió como presidente del Comité de 1922 y muchos apuntan a que es con la clara intención de hacerlo.

La mayoría de las casas de apuestas tienen a Johnson como favorito, frente al exministro responsable del Brexit, Dominic Raab, y al ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, quienes todavía no se han pronunciado sobre si quieren presentarse a suceder a May.

Por el momento, la ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, se ha autodescartado al decirle a la BBC que el partido y el país quieren a “alguien que esté más entusiasmado” con el Brexit que ella. Además, dejó claro que preferiría a alguien que “quiera encontrar un compromiso” con el Brexit y que sea realista sobre lo que se puede lograr”.

El que todavía no ha aclarado que hará es el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, que no se ha descartado como candidato: “Bueno, no creo que sea probable que ocurra, pero, como usted dice, es un concurso inusual”, dijo con ambigüedad a los periodistas.

Candidaturas Los parlamentarios conservadores tienen hasta la semana que comienza el 10 de junio para presentar su candidatura. Cualquiera de ellos puede hacerlo, siempre y cuando cuente con el respaldo de dos colegas parlamentarios.

En ese momento, los candidatos serán votados y reducidos hasta que queden dos, y en julio todos los miembros del partido votarán para decidir sobre el ganador. El Partido Conservador tiene unos 124.000 miembros, según el último dato oficial de marzo del año pasado.

En el caso del Partido Laborista, la formación de Jeremy Corbyn intentará forzar un voto de no confianza en el próximo primer ministro tan pronto como asuma el cargo, explicó John McDonnell, responsable de Economía laborista.

La encuesta más reciente de Opinium sobre las intenciones de voto en las elecciones generales, publicada hace casi 15 días, puso a los laboristas siete puntos por delante de los conservadores, en un 29%. En segundo lugar se ubicó al nuevo partido Brexit, de Nigel Farage, con un 24%.

McDonnell insistió en que un nuevo líder tory se enfrentaría a la presión moral para convocar elecciones generales con el fin de garantizar un mandato democrático: “Eso es lo primero”. Dejando siempre la puerta a una segunda opción, la oportunidad de un voto de no confianza en el parlamento: “Lo exploraremos”, advirtió.

Mientras, los liberaldemócratas también han comenzado el proceso de elegir a su próximo líder. El actual, Sir Vince Cable, anunció en marzo que renunciaría después de las elecciones locales y el viernes confirmó que entregaría las riendas a su sucesor el 23 de julio.