Trípoli - Un grupo de hombres armados intentó ayer asaltar el yacimiento petrolero meridional libio de Al Sharara, explotado por la multinacional española Repsol, informaron fuentes de Seguridad libias. Según las fuentes, los pistoleros trataron de entrar a través de la llamada posición 186 pero fueron repelidos por las milicias bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del gobierno en el este y hombre fuerte del país. “Los atacantes fueron frenados en el perímetro exterior del campo”, explicaron las fuentes sin ofrecer otro tipo de detalles sobre el incidente.

Hafter, un exmiembro de la cúpula gadafista con vínculos con la CIA, logró el pasado febrero el control de las principales localidades del sur de Libia y de los yacimientos de Al Sharara y Al Fil, vitales para la subsistencia del gobierno rival impuesto por la ONU en Trípoli.

Ambos yacimientos producen juntos unos 350.000 barriles diarios de crudo y son esenciales tanto para el abastecimiento de gasolina como para el suministro de electricidad en toda la región del oeste del país. Las milicias afines al Gobierno impuesto por la ONU en Trípoli (GNA) recuperaron ayer la zona del campo de Al Yermuk, en el sur de la capital, tras un intenso combate con las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, informó una fuente de seguridad de la capital.

Según la misma, las milicias, incluidas en la operación de defensa de la ciudad denominada Volcán de Ira, recurrieron a armas pesadas para hacer retroceder a las fuerzas rivales establecidas en las localidades de Aydabiya y Terhouna, ambas al sur de Trípoli.

“Las operación siguen aún en marcha. Las fuerzas del GNA avanzan por el eje de Al Hira, que está bajo su control total, en dirección a (la localidad de) Al Sabaa” para unirse allí a la Brigada 166, que domina ya varios puntos “estratégicos” en el eje suroeste, agregó la fuente.

El mariscal inició el cerco a Trípoli el pasado cuatro de abril con el secretario general de la ONU en Libia, António Guterres, de visita oficial en la capital, en un claro mensaje a la comunidad internacional. En las casi tres semanas de combates han muerto más de 270 personas mientras que cerca de 1.300 resultaron heridas y más de 30.000 se han visto obligadas a desplazarse de forma interna. - Efe