Nueva Delhi/Islamabad - La semana de tensión bélica entre India y Pakistán llegó ayer martes a su punto más bajo tras el arresto en suelo paquistaní de 44 personas con vínculos extremistas, entre ellas dos familiares de Masood Azhar, líder del grupo que reivindicó el ataque en la Cachemira india, germen de esta crisis. El atentado del 14 de febrero del grupo paquistaní Jaish-e-Mohammed (JeM) dejó 42 policías indios muertos, el peor ataque en la región en tres décadas, y desencadenó hace una semana el bombardeo indio a uno de sus campamentos en Pakistán. Islamabad respondió con una acción similar, dando lugar a un combate aéreo en el que dos cazas fueron derribados y un piloto indio capturado.

Sin embargo, el pasado viernes, en un primer gesto de paz, Islamabad liberó al piloto y llamó al diálogo, una iniciativa del lado paquistaní para rebajar la tensión que volvió ayer martes a sumar dividendos con el anuncio de los arrestos de casi medio centenar de miembros de grupos extremistas en Pakistán.

Entre los detenidos se encuentran Abdul Raoof y Hamad Azhar, hermano e hijo respectivamente del líder del JeM, grupo que busca la adhesión a Pakistán de la Cachemira india. “El suelo de Pakistán no se usará contra nadie. Se están tomando medidas contra grupos prohibidos sin discriminar y continuará durante dos semanas”, dijo el viceministro de Interior paquistaní, Shehryar Afridi. - Efe