La gripe aviar se podría considerar “una enfermedad endémica” porque hay registro de casos durante todo el año, con picos de contagios elevados fuera de la época de migración que evidencian una permanencia de la enfermedad, han explicado a EFE varios biólogos.

El biólogo de SEO/BirdLife, Jorge Orueta, ha recordado por ejemplo el foco del virus H5N1 detectado en agosto de este año en Vizcaya, donde fue identificado en una gaviota y derivó en el sacrificio preventivo de otras 17 aves que estuvieron en contacto con ella.

Orueta ha matizado que “no se puede decir si el cambio climático aumenta o disminuye el número de casos, pero desde luego cambia los patrones de emigración de las aves”, de modo que especies que antes no coincidían ahora lo hacen, lo que puede propiciar contagios y brotes en momentos del año inesperados.

Además, este factor modifica las condiciones físicas en las que sobrevive el virus, ya que se ha comprobado una relación positiva entre las precipitaciones invernales y el incremento de su aparición y supervivencia.

Menos humedales, más contagios

En el mismo sentido, Marcelino Cardalliaguet, delegado de SEO/BirdLife en Extremadura, apunta que, aunque no hay evidencia directa de la influencia del cambio climático sobre la gripe aviar, sí existen variaciones en el comportamiento migratorio de las aves.

Al haber menos humedales disponibles, los animales se concentran más de lo habitual, lo que explica el aumento de casos en esta época.

Por su parte, la investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC), Ursula Höfle Hansen, señaló que las grullas y otras especies han llegado más tarde este año debido a las altas temperaturas del otoño, que retrasaron la migración. “Si las temperaturas siguen bajando habrá más desplazamientos y probablemente más brotes”, advirtió, recordando que hay numerosos focos activos en Europa central y oriental y que las aves migratorias procedentes de esas zonas podrían llegar infectadas.

Medidas de control del Gobierno

El Gobierno ordenó el pasado jueves confinar todas las aves de corral criadas al aire libre en previsión de un posible empeoramiento de los contagios por migraciones silvestres.

La medida amplía el encierro ya aplicado a 1.200 municipios en zonas de especial riesgo y vigilancia. Orueta considera la decisión “positiva”, recordando que ya se ha adoptado en situaciones similares. El virus se transmite sobre todo por contacto directo a través de heces, secreciones o plumas contaminadas, por lo que recomienda separar anátidas de pavos y pollos y evitar compartir bebederos.

Huevos a la venta en un mercado E.P.

Respecto al riesgo para las personas, Höfle subraya que es “muy bajo”: no hay peligro por estar en el campo o consumir carne o huevos, ya que el virus se inactiva al cocinar y los productos sospechosos no llegan al mercado.

Solo las personas con exposición prolongada a aves infectadas en entornos cerrados deben usar equipos de protección adecuados.

Críticas al confinamiento y efectos económicos

Organizaciones animalistas como la Fundación Igualdad Animal han criticado el “confinamiento masivo” de aves, al considerar que “no resuelve el problema sino que lo agrava”.

A su juicio, la gripe aviar no se origina solo por aves silvestres, sino que está ligada al modelo intensivo de producción, por lo que encerrar a los animales sería una medida desproporcionada que penaliza a las granjas con mejores condiciones de bienestar.

Mientras tanto, el precio del huevo continúa su escalada: ha subido un 22,5 % respecto al año pasado, convirtiéndose en el alimento básico que más se ha encarecido en los últimos meses, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).