Bilbao - Una mujer de 79 que padecía síndrome de Diógenes falleció ayer de Erandio poco después de que los bomberos entrasen a su vivienda con intención de sacarla al creer que ya había muerto. El fuerte olor que desprendía la vivienda provocó que los vecinos alertaran a las autoridades sobre sus sospechas de que algo ocurría en el piso de la mujer, a la que no habían visto desde hacía días. Los bomberos accedieron a la vivienda tirando una puerta blindada y encontraron a la mujer en estado crítico; poco después llegaron los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer.

Ayudados por una escalera, los bomberos accedieron al piso de la mujer donde la encontraron tirada en el suelo, inerte. Aunque en un primer momento pensaron que estaba muerta, posteriormente comprobaron que aún tenía constantes vitales. Los servicios sanitarios que entraron a la vivienda después de que los bomberos echaran abajo la puerta blindada -debido a que no pudieron encontrar las llaves de la casa entre tanta basura- confirmaron que seguía con vida. Sin embargo, la mujer, que se encontraba muy grave, falleció pocos minutos después, antes que los servicios sanitarios pudieran trasladarla al hospital de Cruces.

Fuentes del Ayuntamiento de Erandio aseguraron ayer a este periódico tener constancia sobre la situación de “deterioro físico” de la mujer. Fueron los vecinos los que dieron la voz de alarma hace un mes, cuando llamaron al Consistorio para informar sobre ello. Hasta la vivienda de la mujer de 79 años, ubicada en plaza Juanene en el barrio de Astrabudua, se desplazaron entonces dos trabajadores sociales, los cuales verificaron la situación de abandono en el que se encontraba la mujer, viuda. No obstante, la mujer se negó a dejar entrar a los asistentes y a aceptar su ayuda, por lo que el Ayuntamiento inició los trámites para acceder a la vivienda por orden judicial con el fin de proporcionar el auxilio necesario. Ha sido, precisamente, durante los trámites de este proceso cuando se ha producido la muerte de la mujer sin dar tiempo a los servicios sociales a atender su caso. - A. Araluzea