El peor inicio de temporada en 26 años en la estación de esquí de Valdezcaray
la estación de esquí riojana de valdezcaray abrió ayer sus instalaciones después de retrasar durante meses su apertura debido al atípico invierno de este año
ezcaray - Un aura de silencio e incertidumbre envuelve la templada mañana en la villa de Ezcaray, una localidad riojana de 2.046 habitantes -según el padrón municipal de 2014- situada en plena Sierra de la Demanda que es frecuentada por miles de vascos cada año, especialmente en invierno, debido a la proximidad de la estación de esquí y montaña de Valdezcaray. Con una destacada actividad maderera, -entre la que sobresalen sus famosas exportaciones de butacas y muebles-, sin duda, uno de sus emblemas es la estación, operativa desde 1976, y que atrae cada año a miles de visitantes en busca de nieve. Su máxima altitud es el pico San Lorenzo (2.271 metros), que tristemente fue noticia el pasado miércoles cuando se registró el fallecimiento de un joven de 29 años, vecino de Basauri, en sus inmediaciones, concretamente en el paraje conocido como El Calamantío, a causa de un alud.
Este suceso, supuso un jarro de agua fría para los responsables de la estación, preocupados de por sí por las malas expectativas de una temporada que arrancaron ayer después de mucho tiempo esperando. Una jornada que se saldó con una afluencia de 1.200 personas.
En este sentido, el atípico invierno les ha hecho perder el negocio de las clásicas fechas navideñas que hasta ahora “no habían fallado nunca”, destaca Gonzalo Morrás, gerente y director de la estación, y ha retrasado su apertura hasta límites insospechables. “Es el peor inicio de temporada en 26 años. Para encontrar uno peor nos tenemos que remontar a la temporada 1989-90”, añade. En concreto, la comparación con el año anterior resulta abrumadora. En 2015 abrieron el 13 de diciembre y cerraron la temporada el 12 de abril.
No obstante, pese al mal comienzo, el máximo responsable de Valdezcaray se muestra optimista. “No queremos hacer ningún balance hasta que finalice la temporada porque otros años ha empezado mal y luego ha remontado”, expone . Como en la temporada 1992-93, en la que batieron récords después de un mal inicio. “En 22 días tuvimos 70.000 visitantes”, rememora Morrás. Sobre esta línea, hasta la fecha han mantenido un promedio anual de 135.000 visitantes, aunque este año se conforman con llegar a 112.000. “Es lo que intentaremos conseguir”, estima.
Respecto al trágico suceso, producido en los días previos a la apertura de la estación, en la que todo el equipo de trabajadores se encontraba inmerso en realizar los últimos preparativos, Morrás se muestra rotundo a la hora de concretar que el joven “se encontraba fuera de las pistas” de Valdezcaray y que “corrió un gran riesgo”. “El accidente fue el miércoles y se constató el jueves. Fue mala suerte porque el nivel de espesor de nieve que teníamos en esos momentos no hacía presagiar un desenlace así. Sin embargo, no se puede ir nunca solo al monte. Algunas personas no valoran los riesgos que asumen”, señala.
Por otro lado, pese a la resignación por tan tardía apertura, Valdezcaray pudo ofrecer ayer sus servicios con normalidad. “Hemos abierto siete pistas -una roja, dos azules y cuatro verdes- y tenemos cuatro kilómetros esquiables”, indicó Morrás. Todo ello, gracias a la infraestructura de fabricación de nieve con la que cuenta la estación, en el que invirtieron “siete millones de euros” durante su remodelación en el año 2000. “En aquella ocasión, lo más importante fue la construcción de pistas de dificultad intermedia, el peldaño que nos faltaba”, expone Morrás.
Sobre esta línea, cabe destacar que Valdezcaray es de titularidad pública, puesto que pertenece al gobierno de La Rioja y al Ayuntamiento de Ezcaray, en menor porcentaje. Se trata de una estación con un carácter eminentemente “familiar y promocional” en la que también se pueden encontrar emociones máximas como las dos pistas de máxima dificultad, denominadas negras. “Suelen decir que el aprende a esquiar en Valdezcaray puede esquiar en cualquier parte, porque aunque no es una estación muy extensa sí que cuenta con grandes desniveles”, expone uno de los profesores de esquí del complejo.
Aunque prefieren no comentarlo por el momento, el daño económico ha sido considerable. Sin embargo, la apertura de la estación ayer cambió la desilusión imperante a lo largo de estos últimos meses. No en vano, Valdezcaray dispone de una plantilla de diez trabajadores fijos y cuarenta variables “que dependen de que nieve”, apostilla Morrás. Sin embargo, estas cifras aumentan en relación a todo lo que rodea la estación. “Genera 150 puestos de trabajo directos y un número indeterminado a nivel de hostelería y comercio”, apunta Morrás.
Entre los puestos que genera la estación está, sin duda, el de los profesores de esquí. Este es el caso del riojano Víctor y del guipuzcoano Bittor, que este año han tenido que cambiar de aires para poder salir adelante. “Hemos estado en Baqueira Beret. Es una faena. Vivimos casi todo el año en Ezcaray pero este año ha sido muy duro para todos. Incluso para la hostelería del pueblo. Está todo muy parado”, indican. Por contra, en verano ejercen de bomberos forestales. “De los 50 profesores que llegamos a estar trabajando aquí, únicamente cinco o seis viven de esto todo el año”, resumen. Es el destino de un trabajo estacional en el que las condiciones climatológicas deciden su sueldo.
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