DONOSTIA. En un comunicado, el centro ha explicado que ha investigado el caso concreto del bilingüismo en euskera y castellano con tres grupos de bebés de entre tres y cuatro meses, uno con padres monolingües en castellano, otro de monolingües en euskera y otro de conversación bilingüe.

La húngara Monika Molnar, investigadora del BCBL, ha detectado que los bebés "discriminan ambos idiomas gracias a las diferencias que perciben en el ritmo y en la prosodia, es decir, en aspectos auditivos del discurso como la entonación".

Las pruebas realizadas en el BCBL han determinado, según las mismas fuentes, que, a pesar de que el euskera y el castellano son dos idiomas con muchas similitudes en aspectos acústicos y fonéticos, los bebés "son muy sensibles a las sutiles diferencias en la entonación".

Por otro lado, ha indicado que los bebés de parejas bilingües han mostrado "mayor sensibilidad en la discriminación de las dos lenguas que los bebés de parejas monolingües". Además, ha subrayado que los bebés mantuvieron el interés cuando sus interlocutores cambiaban de idioma.

Durante la fase experimental de este proyecto de investigación, el equipo de Monika Molnar ha descubierto que los bebés criados en entornos monolingües en euskera de Donostia "se comportan como si vivieran en entornos bilingües".