BIlbao. La veintena de miembros que conforman la dirección del colectivo de presos de ETA seguirá tutelando los futuros pasos que darán los reclusos para reforzar su posición política en el nuevo escenario. La agrupación, inmersa en un debate interno surgido en junio a raíz de las recomendaciones del Foro Social organizado meses antes por Lokarri, marcará las "líneas rojas" del debate interno abierto en el frente de makos. En un momento en el que se sigue especulando con la posibilidad de que los presos asuman la apuesta por la reinserción individualizada, tal y como predica el Foro Social, el colectivo descarta a día de hoy mostrar arrepentimiento por acciones pasadas, pedir perdón o "ubicarse fuera de la línea del colectivo".

Así lo establece una circular de la dirección del colectivo de presos enviada a las cárceles para establecer el marco del debate entre los reclusos de la banda, según Vasco Press. Se trata de un hito más en el calendario de un proceso que irá quemando sus etapas fundamentales, especialmente, durante este verano. Las aportaciones a realizar por los reclusos desembocarán en la elaboración de un documento en septiembre -precisamente, la fecha en la que la izquierda abertzale adelantó que se daría un decisivo paso por parte de los reclusos-, mientras que en octubre o noviembre se podrían perfilar las primeras conclusiones. La agenda del debate echará el cierre en diciembre, cuando el colectivo ponga en marcha diversas iniciativas.

El documento enviado a los presos habla de tener actitudes flexibles, pero también subraya la necesidad de "establecer líneas rojas" para reforzar la posición política y huir de salidas personales en el seno del colectivo. Se desactivarían, de esta forma, posibles adhesiones a iniciativas de reinserción a título personal -previo reconocimiento del daño causado por la militancia en ETA- como la vía Nanclares por la que han abogado hasta una treintena de miembros históricos de la banda armada.

Tampoco aceptarán, según el documento redactado por miembros de la dirección del colectivo de presos, entre los que se encuentran históricos de la organización armada como Mikel Albisu, Antza; Soledad Iparragirre, Anboto; José Javier Arizkuren, Kantauri, o Félix Alberto López de la Calle, Mobutu, que los reclusos puedan expresar el arrepentimiento acompañado de "denuncias de los compañeros". El texto al que tuvo acceso la citada agencia expresa, igualmente, el rechazo a las peticiones de perdón, al tiempo que señala que "se tomarán siempre decisiones colectivas".

La circular agrega el compromiso "a rechazar los caminos del pasado", en alusión al uso de los instrumentos violentos utilizados por ETA en su larga actividad. No obstante, el mantenimiento de esa posición tampoco conllevará plantear "la negación del pasado", encuadrando así esa apuesta por no echar la vista atrás "en el sentido lógico de la estrategia de la izquierda abertzale, manifestando el compromiso respecto al nuevo escenario".

La dirección de los presos de la banda armada plantea, asimismo, el reconocimiento del daño causado por las actividades de ETA. Y lo hace indicando que "como consecuencia de nuestra actividad política aceptamos la responsabilidad que tenemos en el conflicto político, también la preocupación de los daños que las actividades han ocasionado".

solución completa Aunque parece un escenario poco probable a tenor de la férrea oposición de los responsables de la política penitenciaria y del Ministerio del Interior a activar una hipotética amnistía, el colectivo de presos sigue apostando por esa vía al considerarla "una solución completa". No obstante, tampoco parecen desechar la opción de integrarse en una "salida escalonada" de los encarcelados, siempre que esta posibilidad se incluya "dentro de un plan de excarcelación completo".

Otra de las principales reclamaciones históricas del colectivo también sale a relucir en el documento enviado a las celdas. Se trata de la dispersión, que llaman a "cerrar" al estimar que su fin "facilitaría la salida de los presos". Mediante un proceso de varias fases y subfases, la primera de esas etapas debería dirigir "las fuerzas", asumen, "a terminar con la dispersión".

La izquierda abertzale anunció a principios de mes, por boca del portavoz de Sortu, Hasier Arraiz, nuevas iniciativas para desatascar el proceso de paz en Euskadi. Estas soluciones al bloqueo, especialmente en lo referente a la política penitenciaria, vendrían de la mano del Parlamento Vasco, y tendrían como meta propiciar avances en materia de presos de ETA, el desarme de la organización armada y el reconocimiento de todas las víctimas.

Con las conclusiones del Foro Social de Lokarri como mecha que sirvió para volver a prender el debate en las cárceles, la respuesta de los reclusos podría legar en septiembre. Los postulados recogidos en la misiva -sin arrepentimiento ni petición de perdón-, sin embargo, podrían llevar el proceso al mismo término que las experiencias anteriores. Es decir, a un nuevo punto muerto.