La maestra de una generación de reporteras
MADRID. La periodista Pilar Narvión Royo, nacida el 30 de marzo de 1922 en la localidad turolense de Alcañiz, murió el pasado domingo en Madrid. Narvión fue una de las mujeres pioneras del periodismo estatal tal como lo conocemos hoy, junto con Josefina Carabias y Pura Ramos. Narvión era actualmente la socia más antigua de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), en la que ingresó en 1955, y, del total del censo histórico figuraba en el puesto número 17.
Según Jessica Murillo Ávila, Narvión comenzó a escribir a los 13 años en la revista Domingo y estudió en la Escuela de Periodismo, en su quinta promoción. Fue la primera mujer que hizo crónica política en España y puede ser considerada, por tanto, la maestra del periodismo político en la transición. Sus compañeros alabaron su capacidad de análisis y su destreza con los idiomas.
Narvión desarrolló su carrera especialmente en la España del tardofranquismo, en una época en la que el ejercicio del periodismo era casi en exclusiva una actividad masculina. Fue corresponsal en Roma y París del diario Pueblo, periódico del que llegó a ser subdirectora.
En 1973, se convirtió en la primera mujer galardonada con el Premio Víctor de la Serna de la APM, concedido al periodista más destacado del año. Durante sus últimos años de profesión, se dedicó principalmente a la crónica parlamentaria. Se retiró de la profesión a principios de los años 1980 del siglo pasado.
En 2008, Juan Carlos Soriano publicó un libro titulado Pilar Narvión. Andanzas de una periodista perezosa. Es una gran entrevista en la que Pilar repasa toda su vida, y también se incluyen algunas de sus mejores crónicas y colaboraciones de políticos y escritores glosando su figura. Es además y el único libro que recoge una selección de su inmensa obra periodística.
Maestra de firmas Para Soriano, Pilar Narvión fue algo más que su jefa, fue su mentora: "No solo me pagaba las crónicas que escribía, sino que me prestaba libros, me aconsejaba y encauzaba mis lecturas". Así mismo piensa la periodista y escritora, Julia Navarro. Ella se considera una de Las niñas de Pilar. El grupo lo conformaban un grupo de jóvenes periodistas parlamentarias, entre ellas Rosa Villacastín, Charo Zarzalejos y Susana Olmo. En el Congreso se les conocía así y Pilar las llevaba avergonzadas de la mano para que conociesen a Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, La Pasionaria?
Pilar Narvión los conocía a todos y trataba con ellos como si estuviese en el salón de su casa. Por su inseparable moño, comentaba Julia Navarro, "muchos la tenían por conservadora y de derechas"; pero no era así; Pilar es "abierta, conservadora y sobretodo demócrata".
Era una mujer libre, que había ejerció de corresponsal en Roma, en París, que había recorrido los Países Escandinavos y había entrado de incógnito en la antigua Unión Soviética, lo que le permitió ser testigo directo de los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX.
La tarde de Tejero A su regreso a España, en plena transición, Pilar Narvión era una periodista más que curtida y supo transmitir a sus niñas su semblanza y sabiduría. Julia Navarro recordaba uno de los episodios más apasionantes del Congreso de los Diputados. La tarde del 23-F cuando Tejero entró en el Congreso de los Diputados con sus guardias civiles pegando tiros, todos los periodistas se tiraron al suelo atemorizados. Las más jóvenes intentaron vislumbrar lo que estaba ocurriendo entre lágrimas y sollozos, mientras que Pilar, sentada, sin perder la compostura, sentenció: "Niñas, apuntad la hora y fijaos bien en todo lo que pasa; esto es lo que en los libros de Historia se llama un golpe de estado".
Pilar Narvión fue una pionera en su oficio. La periodista aragonesa bandeó dificultades y se abrió camino en un ámbito en el que las mujeres eran una rareza, una inmensa minoría. No le faltó la suerte para estar en el lugar adecuado en el momento justo. Pero, a partir de ahí, Narvión desplegó las capacidades que hicieron de ella una profesional legendaria. En especial, entre unos compañeros que alabaron siempre su capacidad de análisis y su destreza en el manejo del idioma.
En el prólogo de su biografía, la propia Narvión aseguraba que "el periodismo es también la última aportación seria a los géneros literarios", sostiene. "Si las literaturas alborean con la lírica y la épica, viven después sus siglos de oro del teatro, descubren luego sus grandes capítulos de la novela o del ensayo, es indudable que la última gran novedad literaria, como género, ha sido esta del periodismo", apuntaba Narvión.
Nunca se casó, según ella, por su proverbial "timidez" y porque "si el amor de mi vida pasase por mi lado, sería incapaz de reconocerle y darme cuenta de que era él".
Más en Actualidad
-
Trump tensa su pulso con Harvard y le prohíbe matricular a estudiantes extranjeros
-
Netanyahu compara el 'Palestina libre' con el 'Heil Hitler'
-
El Gobierno vasco llega a un principio de acuerdo con el Ministerio sobre la reforma de universidades
-
Pradales cierra la polémica y zanja con el PSE que la coalición goza de “excelente salud”