Eusebio Martija Lejarreta, la memoria de la Iglesia en Bizkaia
Bilbao. Eusebio Martija Lejarreta (Bilbao, 1922) ha sido "un testigo que se va de puntillas o con zapatillas silenciosas", valoraban en una entrevista concedida a la revista diocesana Alkarren Barri/Comunicación en mayo de 2012. El cura católico falleció el pasado sábado en Bilbao. En su persona conservaba "muchos datos, su mejor archivo", agregaban y concluían que en su ADN portaba la discreción, "sabedor de que el término secretario deriva de secreto", en referencia a que fue el secretario de Casimiro Morcillo, primer obispo de Bilbao, entre numerosos cargos y experiencias dignas de ser recordadas.
Tras el conocimiento de su irreparable pérdida, mañana el Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia (AHEB-BEHA) celebrará una jornada de puertas abiertas en la que recordará la "gran labor" -ensalzan- realizada por su antiguo archivero, Eusebio Martija. "Archivar y guardar fue la gran vocación de Martija, que se encargó de esta labor desde 1990 hasta 1997", subrayan desde la Diócesis de Bilbao. El funeral por su persona se celebró ayer en la parroquia de San Vicente Abando (Bilbao).
El Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia abrirá sus puertas a los trabajadores y visitantes del Edificio Seminario para dar a conocer sus instalaciones, sus documentos más representativos y los servicios que prestan. Se desarrollará en horario de 13.45 a 15.15 h. y habrá visita guiada gratuita. Durante la visita el Archivo reconocerá la labor de Eusebio Martija que durante muchos años se hizo presente, junto a su colaboradora Maite Arana, en multitud de parroquias "para asesorarles en la tarea de conservar y difundir lo mejor posible el patrimonio", reconocía en la entrevista citada publicada en Alkarren Barri/Comunicación.
libros La vida de Martija fue muy fecunda: lo mismo fue secretario de Morcillo, como director del Archivo Diocesano, como escribió libros (caso de Ermitas en el paisaje de Vizcaya o Santoral de la Diócesis de Bilbao publicado junto a Maite Arana) o como de niño fue uno de los evacuados a Inglaterra en días de Guerra Civil.
El sacerdote fue conocido por los suyo como Tio Use e, incluso, Gafe en los tiempos de Seminario. Él lo explicaba: "Pudo influir que tendía a ver la botella medio vacía. Suelo ser más sensible a la debilidad y a los aspectos mejorables que al aplauso o a la euforia".
El Archivo Diocesano (dirigido por él entre 1990 y 1997) le rindió un homenaje en 2012 porque como él decía a Alkarren Barri archivar y guardar fue su vocación "siempre". Le gustaba ordenarlos, clasificarlos, no solo en estanterías sino "también en mente y corazón", subrayaba.
También cultivó aficiones relacionadas con los ciencias naturales o los trabajos manuales. "Me he mantenido un poco alejado de la acción pastoral directa, lo que me ha mantenido un poco aislado en relación a otros compañeros curas. Cada cual tiene su recorrido de vida y yo doy gracias a Dios por el mío", analizaba.
Eusebio Martija Lejarreta, nació en Bilbao el 16 de mayo de 1922 y fue ordenado el 29 de junio de 1948. Fue secretario del primer obispo de Bilbao, don Casimiro Morcillo, y canciller de la curia diocesana. Desde 1990 a 1997 dirigió el AHEB-BEHA (Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia), sucediendo en el cargo al primero director, Pedro Ojanguren.
Junto con Maite Arana y Pedro Arbulu prosiguió la labor de recogida de documentos por las parroquias. "Fueron años en los que apenas hubo colaboración económica por parte de las administraciones ni hubo subvenciones. Con todo, el Archivo ofreció un servicio de calidad a los numerosos usuarios que se acercaban al Archivo que, entonces, estaba en la tercera planta del edificio del antiguo Seminario Mayor", valoran desde la institución diocesana.
medalla La Asociación de Archiveros de la Iglesia entregó su medalla de reconocimiento a Eusebio en el XXVI Congreso celebrado en Bilbao. También en ese encuentro la agrupación entregó la medalla por vez primera a una mujer, a Maite Arana, que trabajó en el archivo desde 1976 hasta el año 2010. El 11 de octubre de 2011, se celebró un "sencillo acto de homenaje" a Martija y a Carmelo Ibarra, por su labor en la Curia y se les entregó una placa conmemorativa.
Por parte del AHEB-BEHA y del Servicio Diocesano de Archivos, se les hizo entrega de una reproducción de un pergamino. "Fue un homenaje sencillo a un hombre sencillo que durante toda su vida trabajó guardando papeles que son, en definitiva, la memoria de la Iglesia Diocesana de Bizkaia", reconocieron su tesón. "Todo el equipo del AHEB-BEHA agradecemos sinceramente a Don Eusebio la labor realizada en los años que dirigió el Archivo. Sin el trabajo realizado por los que impulsaron y mantuvieron el Archivo, no hubiera sido posible las actividades de hoy en día", concluyen.
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