BILBAO. La ciudad de Donostia sirvió como marco para que los hermanos Manolo y Joaquín Balet se convirtieran en campeones del mundo de cesta punta en 1952. Sesenta años después ha fallecido el primero, considerado "uno de los últimos mitos" de la pelota catalana. Manolo tenía 87 años y fue once veces consecutivas campeón de España de esta modalidad de frontón, lo que supone, según los entendidos, "todo un récord" y además de campeón del mundo en la capital guipuzcoana, en dos ocasiones más llegó a la final.

Manuel Balet Portabella, Manolo, nació en 1926 y fue lo que, curiosamente, en Cataluña llaman pilotari. La pelota vasca ha tenido representantes en todas las modalidades de Jai Alai. Uno de ellos, el más reconocido y premiado por pelotaris, clubes y federaciones ha sido Manolo, según comunica a DEIA Enric Muñoz, coordinador general de la Federació Catalana de Pilota. "Fue un gran campeón", destacan.

Manolo nació en una de las familias más conocidas de la alta burguesía catalana de principios del siglo XX, propietaria de la empresa de tejidos Manufacturas Serra Balet. El padre de este puntista fue Manuel Balet Crous, a quien se le recuerda como "un gran amante de la pelota vasca por la relación que tenía con los vascos", apuntan. Fue tal su implicación que llegó a ser presidente de la Federación Internacional de Pelota, de la Federació Catalana y del Club Bascônia de Barcelona.

Construyó un frontón de 56 metros en la avenida Elisendala de la ciudad condal, donde sus hijos y otros aficionados pudieron jugar donde muchos años. Un dato curioso, también es, que este Jai Alai se demolió con motivo de los Juegos Olímpicos del 92 por la transformación de la ciudad.

Con esta infraestructura deportiva, los hermanos Manolo y Joaquín fueron el comienzo de una saga, como también ocurriría con los hermanos Mirapeix, los Pedragosa o los Vidiella. En 1952, Manolo y Joaquín ganaron el Campeonato del Mundo de Cesta Punta en Donostia. Catalanes, se ganaron el respeto y la admiración de los pelotaris vascos. Manolo también jugó junto a Amat, Teodoro, Barasona y Bastard.

seleccionador estatal Manolo Balet, una vez retirado de la competición, fue llamado a ser seleccionador estatal de la modalidad en 1970 y decide competir en pala corta consiguiendo títulos regionales. Hasta los últimos momentos, ha seguido vinculado al mundo de la pelota por lo que le premiaron con la Medalla de Oro al mérito deportivo del Ayuntamiento de Barcelona y la de plata de la Diputación. "Para todos los amantes de la pelota, Manolo ha sido un punto de referencia tanto en el plano deportivo como en el humano", valoran desde la Federacio. "Probablemente un ejemplo irrepetible. El viaje de Manolo no ha acabado porque siempre estará con nosotros y en la historia de la cesta punta", concluyen.

En aquella ciudad donostiarra en la que se proclamó campeón del mundo aún le recuerdan. El exprofesional Juan Ramón Garmendia recuerda una anécdota que le contaba su madre. La familia vivió en Barcelona cuando el padre de familia Ramón Garmendia jugaba como Intxausti (segundo apellido) en el frontón Novedades. "Me decía que en una ocasión, siendo yo crío, mi padre jugó contra los dos hermanos Joaquín y Manolo Balet y que les ganó", explica Juan Ramón quien debutó en Durango y jugó en Mallorca, Orlando, Tijuana o Macao. Su padre, Intxausti, de Villabona, lo hizo en Zaragoza, Barcelona, Madrid, Durango o Markina, entre otros.