zaldibar. Su sonrisa y sus ojos siempre emocionados no se borran de la vida a pesar de que ayer el cuerpo de Idoia Mendiolagaray cesara su actividad vital a los siempre jóvenes 49 años, justo una semana antes de cumplir los 50. La vizcaina tuvo cargos políticos de relevancia, pero los que tuvimos la suerte de conocerla los aparcamos a un lado y nos quedamos con su persona: una de las alcaldesas más cercanas, humanas y sinceras de cuantas hayamos conocido. Esta tarde se oficiará su funeral en la parroquia San Andrés de Zaldibar, a las 19.00 horas.
La juntera del grupo nacionalista Ana Idoia Mendiolagaray Bastida falleció ayer tras años poniendo freno con optimismo a una leucemia. Mendiolagaray también fue concejala de Euskera y más adelante alcaldesa de Zaldibar (2009 y 2011), puesto al que llegó tras la renuncia del alcalde jeltzale anterior, Igor Barrenetxea-Arando. También era apoderada del PNV por la circunscripción de Durango-Arratia desde 2007. En la presente legislatura, Mendiolagaray presidía la comisión de Incompatibilidades de las Juntas Generales de Bizkaia. Era vocal, además, en las comisiones de Acción Social y de Obras Públicas y Transporte.
Su relación con las Juntas Generales comenzó en junio de 2007 con el inicio del octavo mandato del Parlamento de Bizkaia. Ocupó desde el principio asiento como vocal en varias comisiones (Incompatibilidades, y Promoción Económica y Empleo), al mismo tiempo que compaginó estas responsabilidades con la alcaldía de Zaldibar durante casi dos años.
Idoia Mendiolagaray nació en Berriz en 1952, pero como ella solía contar, desde niña vivió en Zaldibar. La exalcaldesa era auxiliar de Enfermería y estaba casada y tenía dos hijas con las que la vizcaina era uña y carne. A ellas fue a las primeras, según relataba, en consultarles si veían bien que fuera alcaldesa y tanto ellas como su marido le apoyaron en aquella no fácil aventura.
Comprometida con Euskadi Desde las Juntas Generales definen a la política como comprometida con Euskadi, luchadora hasta el final y mujer de enorme entereza. La presidenta de la cámara, Ana Madariaga, subrayó su fortaleza y valentía. "Era muy trabajadora y buena compañera siempre", valoró antes de añadir que "durante su tratamiento ha pasado momentos muy duros, pero aún así, hasta la última fase de su enfermedad ha participado en todos los Plenos y Comisiones con una enorme entereza. Nunca daba muestras de lo que estaba pasando".
Desde el mismo prisma del optimismo del que hacía gala Mendiolagaray, Ana Madariaga le dedica unas palabras directas: "En el próximo pleno, al concluir la sesión en la Casa de Juntas, nos acercaremos hasta la cafetería Faisán, como tantas veces te solía gustar ir, para tomar un txakoli en tu recuerdo. Con todo el cariño a ti, nuestra inolvidable Idoia".
El portavoz del PNV en Juntas Generales, Unai Rementeria, ensalzó la figura de la zaldibartarra como mujer. "Si nos retrotraemos cincuenta años, Idoia sería una de aquellas mujeres abertzales, comprometidas, amantes de su tierra donde se construyeron los cimientos de este país que hoy conocemos. Ella mantenía ese mismo nivel de compromiso y dedicación a su pueblo, en estos tiempos actuales. Cimientos de ayer que ayudó a consolidar en Zaldibar y en Bizkaia, en estas Juntas Generales", comunicó.
vitalista y optimista A juicio de Jon Larrea, Mendiolagaray era una mujer que se dejaba querer. "Nuestra amiga Idoia era una mujer vitalista. Siempre positiva, siempre optimista, siempre luchadora. De esas buenas personas, que se hacen querer. Discreta y buena compañera, era amante de su tierra y de su familia. Comprometida políticamente, orgullosa de ello pero amable, con un cierto toque de inocencia, que era parte de su atractivo. Su sonrisa era permanente, natural y cercana. Así queremos recordarle. Le hemos querido mucho y le vamos a echar de menos", apostilló.
Nerea Ahedo fue otra de sus grandes amigas en Juntas Generales. "Cuatro palabras son pocas para todo lo que era Idoia, pero cómo cuesta llenarlas. Mujer fuerte, abertzale con mayúsculas, comprometida desde siempre con este pueblo, luchadora hasta el final y tantas cosas más… A la Idoia alegre, vital, compañera de peleas y fatigas y, sobre todo, amiga: sé que estás aquí, con todos los que hemos tenido la suerte de haberte conocido y que te queremos. Seguiremos, desde el barrio o el estrado de juntas (como tú siempre lo has hecho), con todo en lo crees y por lo que has luchado", enfatizó la juntera.
Idoia Mendiolagaray también tuvo amigos en otras fuerzas políticas que no llevaban las siglas del PNV. Así, Josu Montalbán, apoderado del PSE en la legislatura pasada, lamentó "profundamente" su pérdida y consideró que "Idoia estaba abierta siempre a construir. Una de sus grandezas era la sencillez, entendía lo que hacía con afán constructivo, sin ese interés actual de desvalorizar al adversario político. Era una mujer humilde, natural y honrada, con una especial visión por los temas sociales", finalizó.