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Un vasco que vivió en su Venezuela y murió en su Euskadi

Un vasco que vivió en su Venezuela y murió en su Euskadi

MUTRIKU. La asociación Simón Bolívar despide desde su corazón vasco-venezolano a uno de sus integrantes. El pasado miércoles dio el paso hacia la eternidad aquel que durante cuarenta años cocinó a fuego lento amistades, sonrisas, atunes, abrazos, besos? en el Centro Vasco de Puerto La Cruz, en la república de Venezuela. También lo hace aquel futbolista que jugó un partido en Primera División militando en el Club Deportivo Mirandés, entidad deportiva de Burgos, según arrancaba la década de los años 60. Se llamaba Ignacio, pero era conocido como Iñaki Burgaña Belaustegi. Este seguidor acérrimo de la Real Sociedad falleció a la edad de 76 años en Zumaia, localidad a la que regresó hace menos de una década tras todas aquellas vivencias que enriquecieron su ser al otro lado del océano Atlántico, lejos de su mar Cantábrico que meció sus primeros años de existencia en otro municipio guipuzcoano, en Mutriku. Volvió a Hegoalde junto a su mujer Begoña Aguirregomezcorta, también de Mutriku, su hija Edurne, el marido de esta, Marcelo, y sus nietos Iñaki y Josune.

La triste noticia de la pérdida de Burgaña llegó a la asociación Simón Bolívar a través de Ainoa Etxearte, también integrante del Centro Vasco de Puerto La Cruz. Etxearte se lo comunicó a la coordinadora de la comunidad venezolana, la siempre activa Amaya Zenarutzabeitia. A juicio de Etxearte, Iñaki era "un hombre bueno en todo, buena persona". De él recordará siempre su disposición a hacer el bien a sus compañeros de la euskal etxea. El vasco siempre echó un cable tanto económico como moral a quien lo necesitara, por ello era muy conocido y reconocido por todos.

En la casa vasca venezolana fue directivo y, aunque no hay confirmación, todo hace pensar, según sus compañeros, que llegara a ser lehendakari de la junta. Fue encargado de la cocina (sukaldari al que todos recuerdan relamiéndose los labios) y también del frontón. Dicen que en él aprendió a jugar a pelota a mano. Representó también al centro en campeonatos de mus organizados entre las tres euskal etxeas de Venezuela ubicadas en Puerto de la Cruz, Caracas y en Valencia, provincia de Carabobo. Cuentan que en alguna ocasión también participó en algún certamen internacional de este juego de naipes.

el atún y la pelota Pero lo que son las cosas? se ganó el paladar de todos y todas las que alguna vez se sentaron entorno a una mesa con él. Tenía cogido el punto especial al atún que allí llaman pasapalos. Un amigo de la familia, que prefiere aportar su testimonio de forma anónima, aplaude su exquisita faceta como cocinero: "Nunca más volveremos a comer un atún a la plancha de pasapalo como el que hacía Iñaki. Tengo entendido que más de un lehendakari de la era moderna piensa igual que yo?.".

Esta persona también cita su afición tardía a la pelota. "Aprendió a jugar a pelota a mano (la verdadera) en Puerto La Cruz con más de 30 años, para después jugar, y bien, teniendo de compañeros a varias generaciones de los Etxearte. Lo vi jugar de compañero y rival de Domeka, de Jon Miren, de Gorka, de Iñaki,? También jugó con Gaizka Iribar. Creo recordar que en la primera excursión de Puerto La Cruz a Caracas le tocó medirse con alguno de ellos teniendo de rival, nada más y nada menos, que a Alberto Guruzeaga y Jon Korta?.", agrega.

Amaya Zenarutzabeitia, coordinadora de la asociación vasco-venezolana Simón Bolívar, por su parte, solicita enviar en nombre de la gran familia vasco-venezolana "un abrazo muy muy fuerte y un beso muy muy grande en especial a su esposa, a su hija y yerno, a su nieta y nieto, y también un saludo emotivo a toda la gran familia de amigos que con tanto cariño hoy le recuerdan".

Las reacciones no se hicieron esperar. Un ejemplo es el de Eider Bideguren dirigido al hijo de Iñaki, de igual nombre, y que comparten la afición por la Real Sociedad: "Iñaki Burgaña, cerrar los ojos y pensar en tu aita, es oír el Eusko Gudariak y el Gora ta Gora en Aberri Eguna?; es verlo tras el delantal cocinando el atún más rico que haya pasado por mesa alguna?; es ver al txuriurdin viviendo cada partido del otro lado del Atlántico, a través de una radio, como si estuviese en primera fila?; es oír el rebote de la pelota en el frontón de Eusko Etxea?; es aquel respetar la distancia a la mesa de mus, como si de un pacto de caballeros se tratara?; es saberse acompañado y apoyado para cuanta actividad se hiciese en el centro?; es ver al trabajador incansable robarle tiempo al sol, recorriendo carreteras sin descanso, para llegar siempre dispuesto y con buen talante a echar una mano a quien lo necesitara?. Iñaki! Gero arte!", le escribe emocionada.

mirandés Otra persona que lamentó ayer el fallecimiento de Burgaña fue el burgalés Tinín Melgosa, familiar de Unai Melgosa. El periodista es quizás la persona que más y mejor sabe sobre el Club Deportivo Mirandés. "¿Ha fallecido? Era untodoterreno, unos años mayor que yo. Jugaba de mediocentro con el dorsal 4 o 6. Vino en una época en que como él había muchos guipuzcoanos en el Mirandés. Luego hubo más vizcainos y, más adelante, navarros", informó a DEIA, Melgosa quien escribe el blog Mirandadeportiva.

Iñaki militó en el Mirandés una sola temporada, la de 1961-62. Jugó un total de 29 partidos en una Liga de 32 encuentros. El club burgalés finalizó la campaña sexto en el Grupo II de Tercera. El Eibar fue el campeón de aquella temporada.El de Mutriku debutó con el conjunto castellano el 10 septiembre de 61 en Iruñea. En aquella primera jornada estuvo Aguirregomezcorta en puerta; la línea defensiva contó con Palix, Nebreda y Aguirregomezcorta II. Aitor y Burgaña se ocuparon del mediocampo y en la delantera formaron Lecube, Pangu, Ametza, Bustamante III e Iborra. El último partido que disputó con el arsenal mirandés, fue el 22 de abril de 1962, última jornada del calendario liguero. El club burgalés perdió ante el Euskalduna en Andoain por 4-1. Burgaña jugó entonces como lateral.

La mujer de Iñaki le definió como "una bellísima persona". Durante cuatro años se cartearon de novios con el Atlántico de por medio.