barakaldo. Ha muerto Manolo Chacarte a los 80 años. Se cortó la coleta para siempre el pasado sábado, día 13. Torero tótem en Euskadi y asesor durante cuatro décadas de la plaza de Vista Alegre, pasará a la historia como icono de los llamados toreros de hierro, es decir, aquellos matadores vizcainos que, según los entendidos, dan un valor añadido a su labor con su valentía. Era además, hijo de novillero (Cástor Echevarría) y también hermano de torero (Rafael Chacarte). Fue nieto de un zapatero que hacía botas para los mendigoizales. Como curiosidad, el vizcaino brindó un toro a Picasso en Francia, en la plaza de Arles, cuando en España el artista que pintó el Guernica estaba mal considerado por sus ideas comunistas. El malagueño le regaló un apunte a carboncillo, que el vasco acabó perdiendo.

Juan Manuel Echevarría Gutiérrez Chacartegui nació el 20 de febrero de 1932 en Barakaldo. Seguidor de Antonio Ordóñez, arrancó su trayectoria por la denominada fiesta nacional como novillero. Corría el año 1949. Para darse a conocer decidió tomar el apócope de su segundo apellido paterno. En una sola temporada, la de 1953, logró más de 30 triunfos en diferentes cosos de ciudades, desde Bilbao y Donostia, a Madrid, Barcelona y Sevilla.

alternativa en gasteiz Tuvieron que pasar dos años más para que tomara la alternativa en Gasteiz, en las fiestas de la capital alavesa, en la feria de La Blanca. Fue el 5 de agosto de 1955. Ese mismo año, toreó en Vista Alegre, donde cortó dos orejas. Un año después continuó su progresión en Las Ventas de Madrid y en junio de aquel 1956 lidió él solo un total de seis toros.

Sin embargo, 1957 fue su peor año, sin corridas. Por ello, en 1958 optó por volver a las novilladas. En su trayectoria sufrió tres cornadas como novillero y una como matador. Acabó formando parte de la cuadrilla de su hermano, el matador Rafael Chacarte cumpliendo labores de banderillero. Su próximo trabajo sería como carnicería en un negocio familiar. Se casó con María Ángeles y tuvo dos hijos.

Las reacciones a su muerte no se han hecho esperar en una plaza como es Bilbao. El presidente del Club Cocherito, Enrique Villegas, por diferencia de edad nunca vio torear a Manolo, pero lo señala como una "grandísima persona" y lo ensalza como "grandísimo símbolo de los toreros de hierro. Él era la bandera que enarbolamos los taurinos como pieza fundamental", agregó apesadumbrado por su pérdida.

La Peña Taurina Bilbaina aseguró que ya le echaron en falta en la pasada Aste Nagusia, en el palco de la presidencia donde durante más de cuarenta años fue asesor en Vista Alegre. Este colectivo ha recordado su figura de "buen estoqueador y torero valeroso".

Fue tan querido en su Bizkaia natal que le compusieron un pasodoble. Era un hombre que detestó la dictadura y prueba de ello fue que, en una ocasión, en Galicia, le obligaron a brindar un toro al genocida Francisco Franco y siempre rehuyó enseñar aquella fotografía que recordaba la imposición. Él prefería hacerlo a figuras libres e implicadas en la libertad, como Pablo Picasso.