Bilbao. El cadáver de una mujer de 29 años, natural de Portugalete, fue hallado ayer por la tarde con varias heridas de arma blanca en el interior de una nave de un polígono industrial de la localidad cántabra de Castro Urdiales. La Guardia Civil investiga las circunstancias del homicidio y sospecha que el presunto autor de la muerte es un hombre rumano que fue encontrado ahorcado en su propia casa horas después y que tenía antecedentes por agresión sexual.
El dolor y la consternación se apoderaron ayer de la zona de Sámano, el barrio de Castro Urdiales en donde fue encontrado el cuerpo de Leire G. B., una joven vecina de Bizkaia, según indicaron fuentes de la delegación de Gobierno en Cantabria y que, según ha podido saber DEIA, era natural de Portugalete.
El hallazgo de la víctima se produjo sobre las tres de la tarde en un pabellón del polígono Vallegón, según indicaron fuentes de la Guardia Civil. Tras el descubrimiento, los efectivos comenzaron la investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte de la joven, la cual trabajaba en la empresa donde fue encontrada. Esas pesquisas hicieron que los agentes se dirigieran al domicilio de un súbdito rumano que vivía en la misma localidad de Castro Urdiales y que también era empleado de la firma. Las sospechas de que pudiera estar implicado en la muerte de la joven portugaluja se basan en el hecho de que el hombre, con iniciales S. V., contaba con varios antecedentes por agresión sexual y conocía a la víctima del entorno laboral.
Cuando llegaron al domicilio del sospechoso la sorpresa de los agentes fue mayúscula. Al entrar en el interior se encontraron al hombre ahorcado.
La Guardia Civil sigue investigando las circunstancias que se tuvieron que producir para que, presuntamente, el súbdito rumano acabara con la vida de Leire de varias puñaladas.
Algo que se preguntaban también los familiares y amigos que se acercaron hasta la nave industrial donde sucedieron los hechos. La situación fue muy tensa en torno al cordón de seguridad que los técnicos de la Guardia Civil colocaron sobre la nave industrial donde se cometió el crimen. Los familiares y amigos de la joven fallecida estuvieron esperando en el lugar varias horas mientras los especialistas recogían pruebas y llegaba la comisión judicial para ordenar el levantamiento del cuerpo de la joven.
Finalmente, sobre las siete y media de la tarde y tras dar permiso el juez de guardia de Castro Urdiales, personal de Funeraria La Montañesa trasladaba el cuerpo de la fallecida hasta el Instituto Anatómica Forense de Santander. La previsión es que durante las próximas horas se efectúe la correspondiente autopsia para determinar exactamente la causa del fallecimiento y sus circunstancias.