Bilbao
CON la crisis como argumento y tras su aterrizaje en Moncloa, el PP ha abierto la veda de los cambios en la televisión pública, particularmente en lo concerniente a las cadenas de las comunidades autónomas. Reducción de presupuesto, entrada de capital privado o externalización de servicios informativos son los nuevos planteamientos que se ciernen sobre las televisiones autonómicas. Hay opiniones más extremas que no plantean solo la racionalización de estos entes, sino que cuestionan abiertamente si deben existir. En algunos casos, solo se salvan las autonomías que tienen lengua propia. Por otra parte, la crisis económica ha puesto en el punto de mira a las cadenas del grupo Forta. Las cadenas de nueva generación como Aragón TV, la de Baleares o la de Murcia han nacido con los servicios informativos gestionados por productoras.
El modelo que debe que imperar en la gestión de las televisiones públicas fue uno de los platos fuertes del programa del PP en campaña electoral del 20-N. La posibilidad de modificar la Ley General Audiovisual aprobada en 2010 también fue uno de los primeros temas sobre los que incidió Soraya Sáenz de Santamaría en sus primeras comparecencias públicas. Esta modificación permitiría la entrada de capital privado o la privatización completa en las cadenas autonómicas. De momento, se ha abierto un resquicio: los informativos de estos canales pueden ser realizados legalmente por empresas privadas.
"En el caso concreto de EITB, sería un error ir a una externalización de los informativos", señala el director general del ente vasco, Alberto Surio. No se opina igual en las empresas del sector audiovisual vasco: "¿Por qué no se van a poder privatizar los informativos? Ya se hacen programas informativos no diarios desde productoras. ETB, al igual que otras televisiones públicas, tiene una plantilla desmesurada, con un gasto imposible en estos tiempos. Hacer los informativos desde fuera abarataría el coste", señalan desde las productoras.
"En cualquier caso, la absoluta internalización de los informativos siempre ha sido imposible y, a veces, se hace conveniente recurrir a externalizar determinados servicios de producción (cámaras, enlaces...) o corresponsales y agencias de noticias. Esta externalización es algo habitual", apunta Alberto Surio. En esta misma idea coinciden expertos del sector, que recalcan la necesidad de diferenciar con claridad entre la redacción de informativos y los servicios técnicos -producción, cámaras o enlaces-, que cuya contratación externa es "habitual", toda vez que se produciría en todas las televisiones "y también en ETB". "No sería ninguna novedad y tiene una clara lógica de producción. Es lógico que esa parte técnica pueda encargarse a productoras especializadas. Tienen razón las productoras: si queremos industria, hay que darle oportunidades", comenta un experto del sector.
LÍMITES Sin embargo, Surio tiene claras las líneas rojas y subraya que lo que "nunca" se puede externalizar es todo lo relacionado con el establecimiento de la línea editorial en una radiotelevisión pública. "El ente público debe ser siempre el que marque la línea informativa, los contenidos informativos, la línea editorial...", opina el director general de EITB. Las productoras, en su mayoría, tienen una visión diferente: "El coste interno es mucho más alto, las plantillas de las televisiones públicas que controlan los informativos a través de una redacción propia lastran el sector. Es posible hacerlo desde fuera. Eso no quiere decir que no se controle la línea editorial, de la misma forma que se controla cuando desde fuera se hacen programas de corte informativo no diario", señalan desde el sector audiovisual vasco.
En este sentido, los expertos del sector consideran que, en cuanto a la redacción, está muy asentada la idea de que los informativos deben ser realizados por personal propio de ETB. Como planteamiento general lo estiman correcto, pero creen que está sujeto a análisis en un momento de dificultades económicas que van a ser estructurales e incluso crecientes, según auguran. En este sentido, aluden a un indicador crítico "que nunca se utiliza", y que pasa por calcular el número de periodistas de la redacción (más de 120) dividido entre los minutos que esos periodistas producen cada día (menos de 40 en dos idiomas). "Este indicador no soporta una comparación con ningún otro medio de comunicación. Por lo tanto, hay que ser prudente en la opinión", señalan estas fuentes.
SEÑAS DE IDENTIDAD Los informativos diarios siempre han sido la joya de la corona de las televisiones públicas y privadas. Son también elementos de crítica, sobre todo en el caso de las primeras, en los que han sido considerados espacios de poder para el partido del gobierno de turno. Su externalización es puesta en valor por algunos como seña de pluralidad. Otros cuestionan ese extremo: "Servicio público se puede hacer desde personal fijo, pero también desde una productora con criterios claros y dirección desde la estructura pública, así como control parlamentario que garantice el pluralismo", señala uno de los expertos consultados por DEIA.
No opina en estos términos el director general de EITB: "En su momento hubo un debate en el seno de Forta al respecto y un dictamen jurídico teniendo en cuenta que algunas televisiones autonómicas han recurrido a externalizar sus servicios informativos. En mi opinión, no es un modelo que deba generalizarse, aunque en determinadas circunstancias económicas pueda entender que algunas televisiones apliquen esta medida para garantizar su propia viabilidad ante el elevado coste de las estructuras fijas y la necesidad de abaratar costes. Insisto: una cosa es externalizar determinados aspectos ligados a la producción (cámaras, enlaces...), y otra bien diferente externalizar todos los servicios informativos. Lo primero entra dentro de una dinámica habitual. Lo segundo no me parece la solución idónea, en particular para EITB. El ente público tiene que ser el que desarrolle la línea editorial".
DIFERENCIAS Otros expertos distinguen claramente los informativos diarios propios de una cadena de aquellos que, aun siendo de emisión diaria, pueden ser realizados por empresas ajenas a EITB o cualquier ente público de televisión. "Hay que diferenciar también entre los informativos diarios (Gaur Egun y Teleberri) y los no diarios. Los primeros son programación estructural, siempre van a tener presencia en la programación televisiva. Los segundos es lógico que se realicen a través de una producción asociada. Se trata de espacios que pueden estar en un momento dado en parrilla y en otro, no", explican, para recurrir al ejemplo de Euskadi Directo, un informativo no diario (a pesar de ser emitido de lunes a viernes) que fue puesto en funcionamiento en un momento determinado y que podría desaparecer en caso de que los espectadores demandaran otro formato. Sería un ejemplo de producto televisivo sujeto a las tendencias.
Para algunos especialistas, el auténtico problema que afronta ETB "deriva de decisiones incorrectas también en el área de informativos". "Se puso en marcha el informativo de mañana y de noche sin realizar un análisis correcto de su coste y rentabilidad. Ahora se ha demostrado que no es rentable, ni económica ni socialmente. La cuestión que debería plantearse no es la externalización sino el cuestionamiento de una programación informativa que no ha conseguido ninguno de los objetivos planteados", aseveran.