Decimos el Planeta Azul como si sólo hubiera uno y precisamente el nuestro. Ciertamente, visto desde el espacio la imagen de este nuestro planeta es enternecedora y subyugante, belleza pura, pura belleza. Pero al parecer tanto encanto se estropea bastante con la cercanía; ni la atmósfera es tan límpida ni los mares tan azules como su reflejo visto desde lejos. Adentrarse en el presunto planeta azul es aún peor, porque a las catástrofes naturales se suman las acciones de la especie dominadora y más desarrollada que potencian aquellas, al menos sus consecuencias más nefastas. Haití y Pakistán son dos ejemplos, siempre hubo terremotos y monzón, pero la masificación e intervención humanas elevan los fenómenos naturales a categoría de tragedias. Hacemos como que los dominamos, pero su control se nos escapa entre los dedos. Ahí tenemos a miles -millones- de personas sufriendo en Pakistán por el desmadre del agua y del mal planteamiento de las obras hidráulicas; o a 33 mineros chilenos sepultados vivos a 700 metros de profundidad, de donde no podrán ser sacados antes de tres meses o a los habitantes de las islas Maldivas suspirando para que no suba el nivel del océano. Escuchaba al geólogo Anguita que la Tierra desaparecerá dentro de varios miles de millones de años a consecuencia del calentamiento y declinar estelar de nuestro viejo sol. Pero si al incremento disparado de población humana sumamos el paulatino pero incesante aumento del CO2 y su efecto invernadero, temperatura al alza, el trastoque del delicado equilibrio de los ciclos biológicos-geológicos naturales -el del agua-, la esquilma forestal, el agotamiento de recursos fósiles? puede que la Tierra dure lo que predicen los geólogos, pero es posible que la especie humana sobreviva los escasos doscientos años que vaticina el conocido físico-astrónomo Stephen Hawking. Puede que sólo sea un agorero o una genialidad más de este prestigioso divulgador científico, pero me he quedado más tranquila cuando el pasado jueves supimos que el telescopio espacial Kepler había localizado un sistema solar con dos planetas (quizá tres) como el nuestro -no dicen si tan azules-. Hasta 2012 no tendremos noticias más precisas de ellos, pero sabiendo de los aciertos científicos de Hawkins, alivia saber que tendríamos un lugar de escape interestelar seguro donde librarnos de la destrucción de nuestro ecosistema, pero no sé si de Hacienda y del futbol diario-semanal, porque sólo están a 2.000 años luz.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
