Bilbao. François Marcantoni vivió una existencia que parecía una novela negra: ganó una cruz de guerra, perteneció a la Resistencia, se codeó con gángsters, fue un bon vivant, se vestía con trajes hechos a medida, fumaba puros, pasó trece años en prisión... Parecía sacado de una película que retratase la época de Al Capone. Sin embargo, el destino le tenía guardado un final distinto al que se le presuponía por el periplo vital por rl que había discurrido: murió en la cama de un hospital, el 17 de agosto, con 90 años, vividos muy intensamente.

Nacido en un pueblo de Alta Córcega, a los 22 años se instala en Tolón, empleado del Arsenal. Los alemanes ocupan Francia y él decide emplearse a fondo en resistir: vuela un tren, participa del sabotaje de la flota, requisa explosivos y armas, es herido...

En 1944, la policía francesa lo entrega a la Gestapo. Marcantoni soporta la tortura a la que es sometido sin abrir la boca. Su acto heroico tiene premio, dos años más tarde: cruz de guerra y medalla de la Resistencia. "Pude ser un hombre honesto, pero cuando probé el champán, la limonada me pareció sosa", explicará en su Monsieur François, le milieu et moi de A à Z (El hampa y yo, Cherche Midi, 2006).

En los años 50 del siglo XX, su nombre circulará como el del intrépido y seguro chófer del Gang de la tracción delantera, que desvalija bancos, roba cuadros y joyas. Por la noche, trabajaba como director de discotecas. ¿Rumores de proxenetismo? Le acusan y le condenan, pero Marcantoni paga los mejores abogados. Sus amigos son la flor y nata del hampa, incluido Pierre Loutrel, el legendario Pierrot le Fou. Pero él se deja ver con el actor Alain Delon. Y en el libro antes mencionado prefiere recordar que vivió cuatro años "en casa de Mireille Darc".

acusado de asesinato El momento clave de su vida se puede fechar el 1 de octubre de 1968: la policía descubre, en un vertedero de las afueras de París, el cadáver del yugoslavo Stephan Markovic, amigo y guardaespaldas de Alain Delon. "Si soy asesinado -dice una supuesta carta suya- la culpa será de Alain Delon y de su padrino Marcantoni". El 19 de enero de 1969, Marcantoni es acusado. Bruscamente, el caso tiene derivación política. Un rumor, sabiamente orquestado desde el poder -lo que provocará el distanciamiento entre de Gaulle y Pompidou y le dejará a este último las manos libres para postular la presidencia- asegura que Markovic organizaba orgías en casa de los Delon, en presencia de Madame Pompidou.

Al cabo de once meses le dejarán en libertad, por falta de pruebas. Ya, Pompidou es el nuevo presidente de Francia y su primera medida dejó en la calle a los miembros de los servicios secretos e incluso del Elíseo, que habrían fraguado el complot.

Gran conversador, Marcantoni poseía la suprema habilidad de hablar mucho y decir poco y nada.