Euskadi sale indemne de la ciclogénesis

Bilbao. Desactivado el Plan de Protección Civil de Euskadi tras el rápido e intenso paso de la ciclogénesis explosiva, la quietud y la calma chicha regresó ayer a tierras vascas, aunque varias localidades continuaban sin suministro eléctrico. Y todo, a pesar del medio de millar de operarios desplegados por Iberdrola para reparar los cuantiosos desperfectos ocasionados por las fuertes rachas de viento. En concreto, a última hora de la tarde de ayer, alrededor de ocho mil hogares "ubicados en puntos alejados de los centros urbanos" permanecían a oscuras: cinco mil en Gipuzkoa, dos mil en Bizkaia y otro millar en Araba.

Entre las medidas que se estaban adoptando para restaurar el servicio, la compañía eléctrica incluyó la colocación de 30 grupos electrógenos en aquellos lugares en los que la reparación de la avería no fue posible durante la jornada de ayer. En la noche del sábado y madrugada del domingo, en los momentos de mayor incidencia del temporal, cerca de 60.000 hogares se quedaron sin suministro por averías en más de un centenar de líneas.

Xynthia abandonó la geografía vasca dejando a su paso un total de ocho personas heridas, dos de ellas de gravedad, y un total de 717 incidentes coordinados por SOS Deiak, que atendió 5.800 llamadas a través del número de teléfono 112.

Por territorios, en Bizkaia se atendieron 2.308 llamadas y se registraron 106 incidencias en el ámbito urbano, 243 afecciones en carreteras y 22 incendios forestales. En Gipuzkoa, se recibieron 2.680 llamadas y se contabilizaron 84 incidentes en el ámbito urbano, 36 casos de afecciones en carreteras y 15 fuegos forestales. Finalmente, en Araba, se atendieron 620 llamadas y se anotaron 86 incidencias urbanas, 126 puntos de carretera afectados y dos incendios forestales, enumeraron fuentes de Interior.

Los incendios forestales "en zonas muy complicadas de acceso" mantuvieron en vilo a las dotaciones de bomberos de los tres Territorios Históricos. En Bizkaia, los cinco fuegos más graves (Artxanda, Muskiz en la zona de Picorramos, Gamiz-Fika, Erletxe y Karrantza Harana) han provocado la quema de 51,2 hectáreas. A falta de confirmación oficial sobre las causas de los incendios, el contacto de masas arbóreas con el cableado del suministro de electricidad debido al temporal de viento ha podido causar la mayor parte de los fuegos.

La alcaldesa de Gamiz (que ayer permanecía sin línea telefónica, María Jesús Menika, explicó a este diario que el fuego se originó en el monte Urriz, entre Fika y Lezama y cómo "media hora antes los vecinos notaron como petardazos en la zona. Ha caído algún tendido de alta tensión y ha prendido", describió. Sin embargo, el foco localizado en la zona de Artxanda se produjo por la quema de rastrojos que se descontroló debido al vendaval, según informaron desde la Diputación Foral de Bizkaia.

"Plenamente justificada" El consejero de Interior, Rodolfo Ares; el viceconsejero, Raúl Fernández Arroiabe; la directora de Atención de Emergencias y Protección Civil, Elena Moreno; y el director de Meteorología y Climatología, Iñigo Alonso, indicaron que las previsiones realizadas "se cumplieron" y, por tanto, la alerta roja establecida "estaba plenamente justificada". En este sentido, Ares destacó que las ráfagas de viento llegaron a superar en muchas zonas los máximos históricos" y aseguró que las medidas adoptadas y la colaboración del conjunto de la ciudadanía ha permitido "no lamentar daños mayores ni víctimas mortales". En este sentido, incidió en que las decisiones que ha tomado la Mesa de Crisis fueron "acertadas porque su labor es prevenir y sin la llamada de alerta estaríamos lamentando más daños". Únicamente ocho personas resultaron heridas en Gipuzkoa en la madrugada del domingo como consecuencia de la caída de un panel de señalización en la AP-1 a su paso por Soraluce. Dos de ellos sufrieron lesiones muy graves y los seis restantes leves.

Otro incidente destacado se produjo en Orduña, donde se tuvo que desalojar a treinta personas de sus domicilios tras haberse desprendido la cubierta de un edificio de siete viviendas. Y es que la zona del valle de Aiara, en tierras alavesas, fue una de las más afectadas por el paso de la ciclogénesis explosiva.

Los cortes de luz fueron constantes en distintos puntos. En Amurrio, por ejemplo, su alcalde Pablo Isasi confirmó que el vendaval "ha causado estragos". El suministro eléctrico no volvió a los hogares hasta bien entrado el domingo. Además, durante toda la mañana de ayer, operarios forales equipados con motosierras se afanaron en despejar las carreteras A-3641 y A-4616 en Okondo; la A-3616 en Lezama; la A-2522 entre Baranbio y Ziorraga; y la A-3630 en Retes de Llanteno. Todas ellas habían quedado bloqueadas por la caída de árboles y el desprendimiento de ramas.

No fueron estos los únicos cortes de carretera que en la mañana de ayer todavía dificultaban la circulación de vehículos. En Bizkaia, por ejemplo, el tramo que une las localidades de Zalla y Balmaseda tenía un carril inutilizado por la caída de varios árboles cercanos. También en la comarca de Enkarterri, concretamente en Karrantza, el Parque de Acogida de Animales Karpin Abentura, tuvo que permanecer cerrado ayer porque el temporal ocasionó la caída de árboles y la rotura de vallados.

Eso sí, ayer funcionaban ya con normalidad los autobuses interurbanos, los servicios ferroviarios y los aeropuertos vascos, que ayer sufrieron media docena de cancelaciones debido a las fuertes y puntuales ráfagas de viento.